En la actualidad se usa Maicena porque al ser almidón de maíz aporta un sabor neutro a nuestra elaboración final y a mí me viene divinamente para el tema de la Sensibilidad al Gluten.
Realmente es ahora cuando relaciono la leche frita con la Semana Santa, antes la tenía más asociada a un recuerdo, relacionado con una reacción física-química que esperaba hallar.
En mi recuerdo estamos mi amiga y yo sentadas en un escalón en una tarde de primavera o verano, porque llevaba ya chanclas y pantalones cortos, andábamos por los 7 u 8 años, y mientras nos comíamos un polo flan iba diciéndome que había probado la leche frita y que estaba realmente buena, allí que llegue yo a mi madre con el cuento de que la leche se podía freír, y recuerdo que aquel día cenamos leche frita con un vaso de leche en casa... creo que la única vez que vi a mi madre haciendo leche frita.
Yo me quede un poco estupefacta porque aquello no había sido lo imaginado, creía que el procedimiento consistía en poner leche tal cual a una sartén con aceite y que por un maravilloso y extraño proceso mágico ya haría alguna reacción del tipo que se hacía un buñuelo o algo similar, pero no, había que preparar antes la leche para después freírla emborrizada en harina y huevo. Parece que había descubierto la penicilina y estuve con ese sabor en la boca una semana, pensé en echarle a la maizena todos los ingredientes inimaginables, me doy cuenta de que mantengo ese mecanismo de pensamiento hoy en día.
Supongo que a estas alturas de la película y después de casi un millón de entradas que aparecen en Google cuando pones "leche frita" sabes que la leche frita puede ser aromatizada con lo que más te guste. Canela, limón, naranja, zumo de naranja, mandarina, licores, vainilla, chocolate, zumos, aromatizantes, cambiando la leche por leche de almendras, por ejemplo, que le da un toque muy especial, con tés, etc.
Hoy he hecho una leche facilita, tampoco quería complicarme mucho porque tengo el humor un poco desbordado, con una perforación en el tímpano que va para un mes y no me deja oír, no quiero aburrir a nadie, pero es que tengo pocas opciones, gritar que no me apetece nada con la sordera, encresparme con el médico para no llegar a ninguna parte, subirme a la terraza y dar unas patadas al saco de boxeo cosa que no voy a hacer porque me siento cansada o escribir, para lo que no necesito oír ni sudar.
Para 4 porciones grandes o 9 pequeñas
35 minutos
Para niños
LECHE FRITA AROMATIZADA Y SIN GLUTEN
Ingredientes:
- 500 litro de leche entera
- 4 cucharadas de azúcar
- 3 cucharadas de maizena
- 1 cucharada de agua de azahar
- 5 granos de cardamomo
- Canela en rama
- Mantequilla o aceite de girasol
- Aceite de girasol
- Harina de arroz
- 1 huevo
- Miel de caña
Elaboración:
1. Calienta 2/3 de la leche con el azúcar, el cardamomo y la canela. Cuando rompa a hervir retira del fuego, pon el agua de azahar, tapa y deja infusionar unos 15 o 20 minutos. Cuela.
2. Disuelve en el resto de la leche la maicena, hasta que no tenga grumos.
3. Devuelve la leche infusionada al fuego y cuando vuelva romper a hervir, añade la maicena disuelta a fuego bajo medio y remueve con unas varillas y sin dejar de mover hasta que espese.
4. Pon la mezcla en un recipiente untado en aceite de girasol o mantequilla y deja enfriar, no necesita nevera. Cuando se enfríe podrás usarla
5. Corta en los trozos que desees, pasa por harina de arroz y luego por huevo batido. Fríe en aceite caliente.
6. Retira y deja escurrir sobre papel absorbente.
7. Puedes rebozarla en una mezcla de azúcar y canela, pero nosotros preferimos cubrirlas con miel, siropes, almíbar o miel de caña, que ha sido el caso.
Que la disfrutéis!!!