Hoy quiero compartir con vosotros una receta riquísima y muy fácil de preparar: leche frita light sin azúcar.
La leche frita es una receta que francamente, no sé de cuándo será, pero debe tener la tira de años. Es decir, que es una receta tradicional que pasa de generación en generación. Hoy he querido adaptar esta famosa receta para aquellos que tenemos diabetes o seguimos una dieta light, ya que:
Esta receta no lleva azúcar
Usamos leche desnatada/descremada
Eliminamos toda la harina posible
No la vamos a freír, así que eliminamos también esas grasas
Como veis, es una receta de leche frita más saludable que la original, pero va a estar igual de rica, ¡os lo prometo! Además, me encanta porque es muy fácil y rápida de preparar y sólo ensucias un bol y un cazo.
Ingredientes (para 12 porciones):
400ml de leche desnatada/descremada
15gr de stevia granulada
35gr de harina de maíz (maizena)
Una cucharadita de esencia de vainilla
Una cucharita de café de canela
La piel de medio limón
Para el rebozado, un huevo y harina
Pasos a seguir:
1. En un cazo, ponemos a fuego medio-alto 300ml de leche junto con la piel del limón, la vainilla, la canela y la stevia. Lo llevamos a ebullición, removiendo siempre para que no se pegue al fondo del cazo ni nos haga una capa de nata (crema de leche) encima.
2. Cuando hierva, apartamos el cazo del fuego y le ponemos una tapa encima. Dejamos infusionar durante 15 minutos, así cogerá un sabor más intenso y la leche frita resultante quedará más rica.
3. En un bol, mezclamos la maizena con el resto de la leche que habíamos apartado (100ml) hasta que la disolvamos bien. Esto es para que se integre bien con la leche y luego no tengamos grumitos.
4. Volvemos a poner el cazo con la mezcla de leche y el resto de ingredientes en el fuego, a fuego bajo. Retiramos la piel del limón, y añadimos la mezcla que acabamos de hacer con leche y maizena.
5. Removemos constantemente con el fuego lo más bajo posible. Lo podríamos hacer con el fuego un poco más alto, pero así coge más sabor y queda con una textura más fina. Removemos sin parar hasta que espese y coja una consistencia similar a la de la crema pastelera.
6. Cuando haya espesado, la retiramos del fuego y la servimos en un recipiente rectangular (yo he usado uno de vidrio), repartiendo por igual por todas partes para que todos los trozos sean igual de altos.
7. Para que no haga costra, le ponemos un trozo de papel film tocando la superficie, y lo guardamos en la nevera durante por lo menos 4h. Yo la he preparado por la mañana para tenerla lista para merendar, pero también puedes prepararla por la noche, dejarla enfriar en la nevera durante toda la noche, y acabarla y servirla a la mañana siguiente.
8. Una vez pasado el tiempo de enfriado, cortamos la leche en cuadraditos o rectángulos (como más te guste) del mismo tamaño (yo los hago de unos 10x5cm).
9. Rebozamos la leche ya cortada, pasando cada trozo por harina, y luego por huevo batido.
10. Colocamos todos los trozos en una bandeja de horno sobre papel de cocina/papel manteca. Horneamos a 220º durante unos 12-15min hasta que se doren, y les damos la vuelta para que se doren por el otro lado. ¡Importante! Pon el horno sólo por la parte de arriba o con el grill si tu horno tiene grill (normalmente horneamos por arriba y por abajo).
11. Sacamos del horno, decoramos con un poco de canela o como más te guste (yo he espolvoreado una pizca pequeña pequeña de stevia), dejamos enfriar, servimos ¡y listo!
¿Habéis visto qué fácil es hacer una riquísima leche frita light sin azúcar? Yo reconozco que no soy una gran fan de los postres donde la leche es el ingrediente principal, pero éste y la panna cotta me encantan!
¡Espero que os haya gustado, y que paséis un muy feliz día!
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