¡Muy buenas gastrolovers!
Hoy os traigo una receta con un par de ingredientes de los que os quiero hablar, pero antes de nada, deciros que, aunque el nombre suene muy aventurero, este plato sabe cómo las lentejas de toda la vida, solo que no lleva carne y es mucho más fácil de digerir, por lo que nos sentará genial.
¿Por qué comer hojas de zanahoria?
Las hojas de zanahoria, cómo el resto de hojas verdes de los vegetales, son
Además de propiedades antisépticas, pueden ayudar a tratar enfermedades renales y edemas. Son ricas en proteinas, minerales y vitaminas, y sus usos son variados. La mejor opción es usarlas en crudo: En ensaladas, pestos, como condimento (cómo si fueran perejil), aunque también las podemos usar en guisos cómo he hecho yo hoy.
Si vamos a usarlas, es importante que sean de cultivo ecológico, ya que si no, estaremos ingiriendo muchos pesticidas (las hojas son la parte que asoma sobre la tierra, que es dónde se echan los pesticidas y hervicidas)
¿Por qué comer alga kombu?
Las algas nos aportan sales minerales y oligoelementos. Son ricas en yodo, hierro ,magnesio, cobalto, calcio, fósforo y potasio. Además, son muy depurativas y ayudan en dietas de adelgazamiento. Gracias a sus nutrientes, las algas:
– Refuerzan el sistema inmunológico
– Estimulan el metabolismo y el sistema endocrino
– Reequiilibran y reminalizan el organismo
– Estimulan el aparato circulatorio
– Limpian el sistema linfático
– Protegen y lubrican las mucosas
– Regularizan la función intestinal
– Son antireumáticas y anticancerígenas
– Bajan el azúcar y el colesterol
– Depuran y fluidifican la sangre
– Desintoxican el organismo
Ya que tienen una gran cantidad de yodo, personas con hipertiropidismo o personas muy delgadas y nerviosas deberían de evitar su consumo. Algunas algas contienen un alto porcentaje de sodio por lo que no conviene su abuso a personas con tendencia a la hipertensión.
La alga Kombu es una fuente de calcio, hierro, yodo, vitamina A, vitamina C y vitaminas del grupo B. Necesita de un largo periodo de cocción (más o menos una hora), por lo que es ideal usarla con cereales o legumbres, ya que nos ayuda a digerirlos mejor y acortan su tiempo de cocción. Además, nos ayuda a asimilar mejor las proteínas vegetales.
Sin más preámbulos, paso a presentaros estas riquísimas lentejas que han pasado el control de potaje pot-siesta:
Una sopa /potaje /guiso está realmente bueno si tras dormir la siesta te planteas porqué no merendar lo mismo que has comido
Antes de poneros manos a la obra, dadle al play para disfrutar con la última canción que os he dejado mientras preparáis los siguientes Ingredientes:
– 1 cebolla
– 2 tomates medianos
– 2 hojas de laurel
– 10 ramas de zanahoria
– 1 puerro
– 2 CP y 1/2 de pimentón dulce
– 1/2 cuchara de postre (CP) de semillas de cilantro
– 2/3 de CP de ajo en polvo (tb podéis utilizar dientes de ajo. Yo lo utilizo en polvo porque lo digiero mejor)
– 2 ramas de apio
– 15 gr de raíz de jengibre (viene siendo la anchura de un dedo por la parte más ancha de la raíz)
– 1 plancha de alga Kombu
– Sal al gusto (yo utilizo del Himalaya)
– Pimienta negra molida
– 7 CS de Tamari (salsa de soja)
– 1/2 k de lentejas pardinas
– 4 zanahorias pequeñas
– 2 o 3 cucharadas soperas (CS) de AOVE para el sofrito
– 3 L de agua
1) Primero hacemos un sofrito con la cebolla, el laurel y el tomate picado con un poco de AOVE. Lo vamos a hacer todo a fuego lento. Cuando las cebollas empiecen a estar transparentes, añadimos el puerro picado, las hojas de zanahoria picadas, el trozo de jengibre, sal, pimienta, ajo en polvo y el pimentón. Damos unas vueltas y echamos el agua.
2) Añadimos al agua el apio, las zanahorias troceadas, el tamari y la plancha de alga kombu. El alga kombu, a diferencia de otras algas, no hace falta remojarla previamente, pero si enjuagarla con ganas para eliminar residuos no deseados.
3) Cuando la zanahoria esté medio cocida:
– Sacamos el alga y la troceamos con cuchuillo y tenedor en trozos que podríamos coger con la cuchara.. La volvemos a echar a la olla y añadimos las lentejas previamente lavadas.
– Esperamos de 1/2 hora a 3/4 de hora hasta que las lentejas estén cocidas, siempre a fuego lento.
– Sacamos el apio y….¡A comer!
Se que puede sonar un poco raro, pero de verdad que están deliciosas! Y no os preocupéis si durante el proceso el sabor es algo raro, es normal. Cuando estén listas estarán deliciosas.
¡Pues esto es todo por hoy amig@s!
Espero que os haya gustado que os animéis a hacer unas lentejas diferentes…y recordad…
Las recetas están para cambiarlas
¡Un abrazo enorme gastrolovers!