Si hay una receta que tengo en mi memoria de mi yaya Pepita, esa es la de Mandonguilles dabaejo (o abadejo). Ella las hacía a menudo, aunque es típica receta pascuera valenciana.
Podemos emplear bacalao en salazón y desalarlo en casa nosotros, cambiando el agua 4 ó 5 veces de un día para otro, pero tenemos en el mercado el bacalao desalado a punto para ser utilizado.
Con las cantidades que pongo salen dos platos como el de la foto, por lo que cunde bastante. Hay que dejar que la masa repose un mínimo de 4 horas, para que coja cuerpo y sea fácilmente manipulable. Yo esperé justo eso, no pude esperar más y quedaron extracremosas, aunque algo delicadas de manejar. Lo normal es reposarla de un día para otro.
Para unas 24-30 albóndigas:
-200 g. de bacalao desmigado desalado
-4 patatas medianas
-2 dientes de ajos picados
-una cucharada de perejil fresco picado
-una pizca de canela en polvo
-3 huevos M
-2 cucharadas de piñones
-sal
-AOVE para freír
-alioli para acompañar
Cocemos las patatas con piel en agua hirviendo hasta que estén blanditas, pinchado con un cuchillo para comprobarlo (unos 25 minutos).
Mientras, ponemos en un bol grande el ajo picado, el bacalao cortado con unas tijeras en trozos pequeños.
Enfriamos las patatas un poco para poderlas manejar, sumergiéndolas en agua fría. Las pelamos y troceamos. Se lo añadimos al bol con un huevo batido, el perejil y la canela. Machacamos todo hasta que esté integrado. Probamos de sal y rectificamos si es necesario.
Tostamos los piñones un minuto en una sartén y se lo añadimos a la masa. Dejamos enfriar por completo y metemos en la nevera mínimo 4 horas.
Con la ayuda de dos cucharas, formamos las albóndigas, las pasamos por huevo batido y las freímos a fuego fuerte.
Dejamos que se escurran sobre papel absorbente, antes de pasarlas a un plato. Acompañamos con un poco de alioli.
Bon profit!