Hoy vuelvo con una receta muy sencillita, con la intención de recuperar poco a poco la ilusión. Ya lo decía en mi publicación anterior, me he propuesto buscar cosas bonitas en las que centrarme y no tengo ninguna duda de que este blog y las personas que lo leéis formáis parte de ellas.
Como primer paso, y aprovechando la temporada de fresas, se me ha ocurrido preparar esta mermelada de fresa y vainilla, con su intenso aroma a vainilla y precioso color. Una combinación poco usual, por lo menos en lo que a mermeladas industriales se refiere, pero en mi opinión una propuesta superinteresante, si te apetece salirte de los sabores más tradicionales. Además de con unas tostadas o un croissant a la plancha para desayunar o merendar, es ideal para acompañar una panna cotta, una tarta de queso, de relleno para unos cupcakes con sorpresa o incluso para darle un toque a la tradicional tarta británica Victoria Sandwich.
Mermelada de Fresa y Vainilla
TIEMPO DE ELABORACIÓN
2 horas de maceración + 30 minutos de cocción
UTENSILIOS
Una cazuela grandota
Un recipiente amplio
Un pasapurés (opcional)
3 o 4 tarros de cristal y sus tapas, previamente esterilizados
Un embudoNGREDIENTES
1kg de fresas
2 vainas de vainilla (o 1 según el gusto de cada uno)
600 gr azúcar (preferiblemente con pectina incorporada ? especial mermeladas)
2 cucharadas de zumo de limónELABORACIÓN
Lava, pela y corta las fresas. Espolvorea el azúcar y el limón por encima y deja reposar la mezcla durante un par de horas en un recipiente amplio, cubierto por film.
Una vez maceradas, vierte las fresas en la cazuela, añade la vainilla (ver notas) y cocina a fuego medio-alto durante 10 minutos, sin dejar de remover para evitar que se pegue. En caso de usar azúcar sin pectina, es posible que tarde más tiempo en adquirir la consistencia gelatinosa típica de la mermelada, ten paciencia.
Vierte la mermelada en los tarros y ciérralos inmediatamente.
Dale la vuelta a los tarros durante 24 horas.
NOTAS
Aquí en Francia es fácil encontrar azúcar con pectina incorporada en cualquier supermercado. Si te cuesta encontrarlo, puedes utilizar azúcar blanco y prolongar la cocción de la mermelada o comprar pectina online aquí.
También, si tienes tiempo para prepararla con antelación, en Directo al Paladar te explican como preparar pectina en casa. Yo no lo he puesto en práctica, pero parece sencillo.
¡Cuidado! En caliente, la mermelada tendrá una consistencia mucho más liquida que en frío, para saber si la mermelada ha adquirido la consistencia correcta, coloca un plato en el congelador durante unos minutos antes de comenzar a elaborar la mermelada. Para comprobar su consistencia, esparce un poco de mermelada sobre ese plato. Si, la mezcla se vuelve más gelatinosa y espesa, tu mermelada ya está lista.
Si quieres que se conserve correctamente la mermelada, no reduzcas la cantidad de azúcar en la receta. El azúcar, además de endulzar y ayudar en la gelificación , también es importante para su buena conservación.
Si quieres saber como extraer correctamente las semillas de la vaina de vainilla, aquí tienes un video explicativo.