Mermelada de Pera sin Cocción
Hoy vengo cargadita con otra receta súper rápida y sencilla porque, ¿quién no disfruta de unas buenas tostadas con mermelada para el desayuno?
Pues la mermelada de hoy es de lo más ligera y sana, además, nada de tener que estar una hora cociendo la fruta para que quede la textura de mermelada. Y no, no he utilizado olla exprés.
La verdad es que la mermelada la preparé hace un par de días y si me descuido no llego a subirla ¡porque está desapareciendo a pasos de gigante! ¡Y eso siempre es buena señal cuando se trata de comida!
La textura no tiene nada que envidiar a las mermeladas tradicionales y ¡mucho menos el sabor! Me gustan mucho las peras, pero nunca me hubiese imaginado que estuviesen tan inmensamente ricas en mermelada.
El truco para que la mermelada esté de rechupete es utilizar peras muy maduras ya que aportaran un sabor muchísimo más intenso y dulce que hará que nuestra mermelada sea un éxito. Además, es una forma estupenda de introducir más fruta en nuestras comidas diarias de forma 100% saludable, ya que no tiene ni gota de azúcar.
Si quieres más ideas de mermeladas y compotas caseras, aquí te dejo la receta para preparar una compota de naranja y calabaza de auténtico vicio.
Corre a por papel y boli y ¡al lío!
Ingredientes (1 tarro de mermelada):
3 peras muy madurasZumo de 1/2 limón
1 cucharadita de postre de Stevia o el endulzante que uses normalmente
1 cucharada sopera y 1/2 de semillas de chía
Procedimiento:
Lava muy bien las peras ya que, como sabes, me gusta aprovechar al máximo los alimentos y en la piel tenemos gran cantidad de las vitaminas, fibra y minerales de las frutas.
Trocéalas quitando la parte central donde están las semillas y añade los trozos en el vaso de la batidora.
Exprime el zumo del medio limón. Si está frío, puedes meterlo 7 segundos al microondas para obtener más cantidad de zumo al exprimirlo.
Añade también la cucharadita de Stevia y tritura todos los ingredientes hasta tener una pasta homogénea.
Por último, añade las semillas de chía que van a ser las responsables de darle la textura a nuestra mermelada ya que irán absorbiendo el exceso de agua y tomarán esa textura gelatinosa que toma la chía cuando se hidrata.
Vierte la mezcla en un recipiente y guárdalo en la nevera unas cuantas horas para dejar la chía haga su magia, (yo la dejé de un día para otro).
¡Y ya está! Como ves es una receta facilísima, súper rápida y más sana imposible. Así que, no te prives de disfrutar de una buena mermelada casera en tus desayunos para empezar el día de la mejor manera posible.
¡Qué aproveche!