Aquí traemos unas milhojas de calabacín, tomate cherry salteado, queso fresco a la plancha con pesto de rúcula y nueces… Casi ná!!
Así que te recomiendo que tomes nota y te marques este recetón, con la que quedarás como un campeón!
Dicho esto… vamos al lío!
Ingredientes para dos personas
1 calabacín
12 tomates cherry aproximadamente
Queso fresco
2 ajos
Medio vaso de vino blanco
Rúcula
Un puñado de nueces
Aceite de oliva
Elaboración
Cortamos el calabacín en rodajas de 0,5 cm aproximadamente
Hacemos a la plancha con un poco de aceite las rodajas de calabacín. Hasta que estén un poco doradas, y por ambos lados.
Mientras en una sartén con un poco de aceite salteamos un ajo picado, hasta que haya cogido color.
Añadimos los tomates cherrys cortados por la mitad y sofreímos junto con los ajos.
Cuando estén pochados aplastamos un poco que suelten su jugo.
Vertemos medio vaso de vino blanco a los tomates cherry. Dejamos reducir el vino dándoles vueltas de vez en cuando.
Hacemos a la plancha con un pelín de aceite de oliva el queso fresco. Lo doramos por ambos lados.
Hacemos el pesto de rúcula. Para ello ponemos un puñado de rúcula, otro puñado de nueces, un ajo sin su corazón, y 4 ó 5 cucharadas de aceite de oliva en la picadora ó vaso de la batidora. Trituramos todo hasta que se forme una pasta. Reservamos.
Montamos el plato. Con un molde circular de aluminio, vamos poniendo una capa de calabacín, que cubra lo máximo posible. Seguido otra capa de tomater cherry. Encima el queso fresco a la plancha. Finalizamos con otra capa de calabacín.
Ahora toca rematar el plato. Para ello, echamos el pesto por encima de la última capa de calabacín y repartimos.
Ponemos una nuez como coronación de la receta, espolvoreamos con perejil alrededor del plato y… ante ustedes tienen un auténtico bocatto di carndinale!!!