Hoy os propongo otro postre fresquito para el verano. La semana pasada tuve una celebración y se me ocurrió preparar este postre, sin horno y que se prepara en unos 10-15 minutos. Empecemos con los ingredientes:
- 1 paquete de galletas oreo vainilla
- 50gr mantequilla sin sal
- 1 sobre de gelatina de sandía
- 200gr queso de untar
- 200ml nata (crema de leche) para montar
Lo primero que haremos será preparar la gelatina. Para ello llenaremos un vaso grande por la mitad de agua y calentaremos al microondas a unos 700W durante 1,5 minutos. Seguidamente añadiremos el sobre de gelatina y lo desharemos por completo en el agua. Dejaremos enfriar removiendo de vez en cuando para evitar que precipite.
A continuación prepararemos la base de galleta. Para ello derretiremos la mantequilla en el microondas con la potencia al mínimo y en tandas de 30 segundos.
Con la ayuda de una picadora trituramos las galletas hasta conseguir una especie de harina y la añadimos a la mantequilla. Si no disponéis de picadora podéis usar un mortero como hacía yo antes o bien poner las galletas en una bolsa de congelar y machacarlas.
Mezclamos muy bien los 2 ingredientes hasta conseguir una pasta homogénea.
En unos moldes, ya sean de magdalenas o de cualquier otro tipo, colocamos la base de nuestro postre presionando muy bien para que quede compacto. Con las cantidades que he usado yo salen 12 magdalenas u 8 más una mini tarta con un molde para decorar los platos de 12 centímetros de diámetro.
Dejamos los moldes en la nevera para que la base coja consistencia y empezamos con la mousse. Para ellos pondremos el queso para untar tipo philadelphia en un bol y lo batiremos con una varillas eléctricas hasta que quede cremoso.
A continuación añadiremos la nata (crema de leche) bien fría y la semimontaremos junto con el queso.
Finalmente añadimos la gelatina de sandía, que debe estar a temperatura ambiente para que no se corte la crema, y batimos con las varillas hasta que haga un poco de espuma.
Colocamos la mousse en los moldes y los volvemos a meter en la nevera como mínimo 4 horas, pero yo los suelo dejar de un día para otro.
Decoramos con alguna gominola y listo para comer.
Espero que os guste y hasta la próxima!