Este sencillo plato es muy popular en Bélgica y el norte de Francia. Literalmente significa mejillones-fritas y son mejillones al vapor preparados con vino blanco o cerveza y acompañados de unas simples patatas fritas.
Por primera vez probé el plato en la preciosa ciudad belga de Brujas hace más de 20 años, pero otras veces que he visitado el país belga o en Francia lo he tomado de igual manera. Recuerdo una calle peatonal repleta de restaurantes en Bruselas, cerca de la Grand Place, donde se degustan junto a unas mariscadas enormes, aunque la calidad es un poco dudosa y es excesivamente turístico.Allí los mejillones no son tan grandes como los nuestros gallegos, pues en el Mar del Norte no alcanzan esos tamaños. Se sirven en la misma cazuela en la que se cocinan y allí las raciones son descomunales.
Para no desentonar los hemos maridado con cerveza, que aunque se llame Brabante como la región belga, no es sino una rica cerveza artesanal española.
Para 2 personas:
1 Kg de mejillones
1 cebolleta
1 rama de apio
50 g de mantequilla
200 mL de cerveza rubia
2 patatas
aceite de oliva para freír las patatas
sal y pimientaSe pone en la cazuela donde los vayamos a servir la mantequilla a derretir y se rehoga en ella la cebolleta y el apio picados, hasta que se ablanden un poco.
Se añaden los mejillones limpios de barbas y la cerveza. Se tapa la cazuela.
Se deja que los mejillones se abran, hasta que empiece a salir vapor de la olla (dos o tres minutos). Se destapa y se mueven los mejillones, para que los de arriba pasen abajo de la cazuela y viceversa. Se dejan otro par de minutos.
Miramos si están bien hechos, cerciorándonos de que estén abiertos.
Se sirven inmediatamente con las patatas recién fritas espolvoreadas con sal y pimienta.
Por cierto, con esta receta participo en el concurso de mi querida Carmen de Las rezetas de Carmen en su 5º cumpleblog