Ya solo con el olor que deja en la cocina mientras estás haciendo en la receta ya te recomiendo que la hagas, pero es que cuando los pruebas, mmm... ya os digo que repetiréis seguro.
Alucinados se quedaron los chicos de los Espais Joves cuando la hacíamos, lo rico que estaba..., en fin ya os he hecho bastante propaganda ahora os toca verificar lo que os digo.
Ingredientes secos:
340 grs. de harina de fuerza (en mi caso harina integral de espelta)
1 cucharada sopera de levadura química
150 gr. De azúcar moreno o 140 grs. de azúcar en polvo (en mi caso 100 gr. de panela)
10 gr. De miel
1 cucharada sopera de canela,
1 cucharadita de café de sal
1 cucharadita de café de jengibre en polvo
2 pizcas de nuez moscada
Ingredientes líquidos:
25 ml. De leche
12 ml. De aceite de girasol
2 huevos, 1 cucharadita de café de extracto de vainilla
110 gr. De queso para untar
450 gr. De puré de calabaza
Elaboración:
Preparar el puré de calabaza hirviendo 500 gr. de calabaza troceada con 100 ml. de agua, como la calabaza tiene mucha agua, si después de hervida está muy aguada escurrir antes de hacer puré.
Precalentar el horno a 220 ºC.
Mezclar los ingredientes secos.
Montar las claras de huevo, reservar.
Batir la leche, el aceite las yemas de huevo y el extracto de vainilla.
Añadir los ingredientes secos mezclándolos rápidamente.
Añadir el puré de calabaza, en el último momento las claras montadas a punto de nieve e incorporarlas sin trabajar demasiado la pasta.
Llenar hasta la mitad los moldes de muffins con la pasta, añadir una cucharadita de café bien colmada de queso fresco en el centro y cubrir de pasta hasta el borde del molde.
Hornear los muffins durante 20 min., hasta que estén firmes y bien dorados.