Ingredientes:
3 huevos
125 ml leche
125 ml aceite de girasol
Medio limón (solo usaremos el zumo)
250 gr azúcar
375 gr harina
200 gr arándanos frescos
1 cucharada de esencia de vainilla
2 cucharaditas de levadura química en polvo (tipo Royal)
una pizca de sal
Preparación:
Separamos las claras de las yemas. Reservamos las claras. En un bol grande pondremos las yemas con la mitad del azúcar y batiremos con las varillas eléctricas hasta que blanquee y haya doblado su tamaño.
A continuación añadimos en forma de hilo el aceite de girasol y seguimos batiendo a velocidad media.
Mientras ponemos la leche en una jarra aparte, y exprimimos el zumo de medio limón. Lo echamos en la leche y dejamos reposar unos diez minutos, mientras que terminamos de elaborar la receta.
Esto que hacemos con la leche y el limón es un buttermilk casero, o suero de leche. El limón corta la leche y separa la grasa, del suero de la leche. Esto hace que nuestras magdalenas o muffins, queden más esponjosas por más tiempo.
Ahora vamos a tamizar la levadura y harina juntos. Reservamos.
Por otro lado montamos las claras a punto de nieve, e iremos añadiendo el azúcar restante, poco a poco en forma de lluvia. Cuando las claras estén montadas firmes, es decir, que hagan picos que no se bajen, estarán listas.
En este punto, añadimos poco a poco la harina que tenemos tamizada a la mezcla de las yemas, alternando con el buttermilk casero (leche con limón) que teníamos preparado. Yo lo hago en tres tandas. Echamos otro poco de harina y seguimos batiendo a velocidad lenta, añadimos un poco de leche para ayudar a que se vaya integrando. Y repetimos hasta terminar con la harina y acabar con toda la leche.Añadimos ahora la esencia de vainilla y batimos de nuevo.
Ahora solo los queda incorporar las claras a la masa. Esto lo hacemos con una espátula, de forma manual y con movimientos circulares y de abajo hacia arriba, para que las claras no se bajen.
Echamos las claras a la masa en dos veces y las vamos integrando con una espátula, realizando movimientos envolventes.
El resultado que os tiene que dar, es una masa no muy espesa, esponjosa y con la textura de un yogur batido.
Para dosificarla correctamente en las cápsulas de papel, yo utilizo una cuchara de servir helado; es más cómodo y así me aseguro que pongo la misma cantidad de masa en cada una. Os recomiendo que no las llenéis mucho, porque luego al subir la masa se desbordan. Lo ideal es llenar solo las 2/3 partes de la cápsula.
Precalentamos el horno a 180º C. Ya podemos empezar a llenarlas. ¡No os olvidéis de añadir los arándanos!
Con esta cantidad de masa a mi me salieron dos docenas de muffins aproximadamente, pero a lo mejor esto varía un poco en función del tamaño de la cápsula que utilicéis.
Cuando las tengamos listas, las metemos al horno a 180º C durante 20 ó 25 minutos, o hasta que veáis que han subido y que están doradas. Lo mejor es pinchar con un palillo largo, o con la punta de un cuchillo y si éste sale limpio ya están listos.
Los sacamos del horno y dejamos enfriar 5 minutos antes de desmoldar.
Después las ponemos en una rejilla para que se enfríen por completo.
Et voilá! ¡Al ataqueeeee!
¡Mmmm! ¿Gustáis?
Saludos
María José
¡Y no os olvidéis de poner un dulce en vuestra vida!