A mi manera, buenísima y sin complicaciones.
Ingredientes para 2 berenjenas:
2 berenjenas grandes
100 g de carne picada
1 cebolla mediana
1 diente de ajo
2 tomates maduros
2 cucharadas de nata (crema de leche) ligera para cocinar
Queso rallado
Aceite de oliva virgen extra
Sal, pimienta negra, orégano
Elaboración:
Lavar y cortar las berenjenas por la mitad, a lo largo. Hacerles unos cortes en la pulpa y asarlas en el microondas a máxima potencia, durante unos 10 o 12 minutos. Simplemente, sobre el plato del micro. Si es grande, os cabrán las 4 mitades a la vez.
Hacerles un corte alrededor, dejando un margen de 1/2 cm y procurando no agujerear la piel. Sacar la pulpa con la ayuda de una cuchara, de modo que la piel quede como una barquita que servirá de base o recipiente. Trocear la pulpa y reservar. Colocar las pieles vacías en una bandeja apta para horno, previamente untada con aceite y reservar también.
Precalentar el horno a 180º, arriba y abajo.
Poner a calentar un poco de aceite en un cazo y, cuando esté caliente, saltear la carne picada, procurando que quede bien desmenuzada.
Mientras, pelar y picar finamente la cebolla e incorporarla cuando la carne esté lista. Bajar un poco el fuego y seguir cocinando hasta que la cebolla esté transparente.
Añadir el ajo picado, remover e incorporar los tomates rallados. Seguir cocinando unos 3 más.
Incorporar la pulpa de berenjena, sazonar y añadir la pimienta negra y el orégano, al gusto. Incluso le va bien un toque de picante, si os apetece.
Añadir la nata (crema de leche), remover y cocinar durante 3 más. Aquí podríais añadir una cucharada de harina si queréis una masa más ligada, aunque es opcional.
Rellenar con la mezcla las pieles de las berenjenas que teníamos reservadas y espolvorearlas con queso rallado.
Introducir la bandeja en el horno, a media altura. Cambiar el modo a sólo arriba y gratinar durante unos 10, vigilando, hasta que el queso empiece a estar dorado.
Ya veis que es bien fácil viajar con el paladar. Dos berenjenas sirven para dos o cuatro raciones, según la presentemos como entrante, en cuyo caso bastaría con media por comensal, o como plato único. La carne picada puede ser de ternera o de cordero. Y si pasáis totalmente de la carne os recomiendo mi mussaka con shitake.