1 latilla de mejillones en escabeche Serrats
Unas patatas pequeñas de guarnición
2 placas de algas Nori (de las utilizadas para el sushi)
Aceite
Sal
Pimienta
ELABORACIÓN DE NIDO MARINO
Se pelan y lavan las patatas, con ayuda de un cuchillo, se vacían con mucho cuidado por uno de sus extremos, dejándola lo más hueca posible, sin que se rompa.
En un cazo con aceite, se confitan, a fuego lento durante 50-60 minutos, las patatas ya huecas.
Parte de la patata retirada con el cuchillo, se trocea y se hace una pequeña pasta, que nos servirá luego para tapar o cerrar, la patata.
Las placas de alga Nori, se cortan en tiras, con ayuda de un cuchillo afilado o unas tijeras y se van colocando en un molde de acero, de forma cílindrica o esférica, para que quede en forma de nido y se sumerge en aceite caliente, durante unos segundos, retirando con cuidado del molde, intentando preservar lo más posible, la forma de nido.
Después de haberse confitado las patata, se sacan y se escurren, en un papel de cocina.
Se abre la latilla de mejillones en escabeche Serrats, y se llena cada patata con un mejillón.
Se tapa con la pasta que realizamos de patata y con ayuda de unas pinzas, se fríen las patatas en abundante aceite, muy caliente, durante breves segundos, para que coja color.
Se escurren en papel de cocina y se colocan, como que fueran huevos, dentro del nido de las algas.
Una sorpresa muy agradable, pensar que vas a morder un huevo, y te encuentras un jugoso mejillón en el interior de patata tostada.
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