Esta receta surgió un poco de la improvisación, la historia es que papá pingüino había sacado una oreja del congelador para añadirla a algún guiso de legumbres, el cual decidimos que serían lentejas, pero, pobre de mí, cuando fui a hacer la receta con la TM5, olvidé completamente que tenía que haber puesto las lentejas a remojo unas tres horas... Podría haberlas hecho en olla rápida, para lo cual no es necesario remojarlas, pero al final decidimos cocer sólo la oreja y, para que no se la tuviera que comer sólo cocida (porque yo no como estas cosas... jeje), probé a hacerle una salsa, la cual resultó muy muy parecida a la famosa salsa brava madrileña, sólo que en lugar de utilizar caldo de carne le puse simplemente agua, y sólo un tipo de pimentón, el picante, aunque si no os gusta, siempre podéis utilizar el pimentón dulce tradicional, o si no tenéis picante pero no queréis perderos el sabor, podéis añadir una o dos guindillas de cayena mientras se rehogan el ajo y la cebolla... Al final, podéis poner un poquito de perejil picado por encima.
Ingredientes:
- 1 oreja de cerdo (aprox. 400 - 500 gramos)
- 2 dientes de ajo
- 1 cebolla
- 1 cucharada colmada de harina
- 1 cucharadita de pimentón (dulce o picante)
- 300 ml de agua (algo más de un vaso)
- Aceite de oliva
- Sal
- Unas hojas de laurel
- Perejil picado para finalizar (opcional)
Elaboración:
1. Primero vamos a cocer la oreja para que quede bien blandita, para ello, la vamos a lavar bien bajo el grifo, mejor con agua caliente, y le quitamos los restos de porquería que pueda tener dentro del oído. La partimos en trozos medianos y la ponemos en una olla rápida, cubrimos con agua y añadimos un par de cucharaditas de sal y unas hojas de laurel.
2. Tapamos y ponemos la válvula en la posición número II, y cuando empiece a salir el vapor, contaremos 20 minutos. Apartamos del fuego y esperamos a que salga todo el vapor, abrimos la olla, colamos y reservamos.
3. En una sartén un poquito honda, ponemos dos o tres cucharadas de aceite y ponemos a sofreír los dientes de ajo laminados.
4. Cuando empiecen a dorarse, añadimos la cebolla picada, no es necesario que esté finamente, pueden ser trozos irregulares, ya que después trituraremos la salsa.
5. Añadimos un par de cucharadas de sal para que la cebolla sude mientras se rehoga, tapamos y dejamos hacer a fuego medio.
6. Cuando esté más o menos doradita, añadimos la cucharada de harina y removemos bien para quitarle el sabor crudo y que se cocine un poquito.
7. A continuación, apartamos un momento la sartén del fuego y añadimos la cucharadita de pimentón, removemos en seguida para que no amargue y volvemos a poner en el fuego.
8. Ahora añadiremos el agua y removemos unos minutos mientras va espesando y dejamos que burbujee solo un poco.
9. Pasamos todo esto al vaso de la batidora o licuadora y trituramos hasta obtener una salsa fina y ligeramente espesa.
10. Devolvemos la salsa a la sartén e incorporamos los trozos de oreja cocida. Removemos unos minutos más y vertemos en la fuente donde lo vayamos a servir. Finalmente, espolvoreamos un poco de perejil picado y servimos.