Cuántas preguntas lanzadas al cielo a lo largo de una vida
Ella no era así. Siempre había aceptado todo lo que le venía, bueno o malo
Muchos no entendían ese estoicismo ante tantas desgracias
"Si a mi me pasa eso, me muero"
"Si a mi me ocurre lo que a ti, no lo soportaría"
Y ella pasaba de una prueba a otra. Pasaba el duelo. Se adaptaba a las circunstancias
Problemas con el trabajo. Buscó y buscó y encontró
Fallecieron sus padres con meses de diferencia. No tenía más familia. La dejaron sola, enfrentándose a la vida. Lo superó
La echaron del que había sido el piso de sus padres y el suyo toda una vida. Renta antigua. Aprovecharon para subirle el alquiler. No pudo asumirlo.
Encontró un piso pequeño a las afueras. Tardaba más de tres horas en ir a las casas que limpiaba en el centro y volver
Así transcurrían sus semanas. En trayectos interminables. Limpiando casas ajenas. Sola
Pocas sonrisas, mucho cansancio. Pura resignación
Eso cambió una noche de viernes, al volver a aquel piso desangelado, al que aún no había conseguido convertir en hogar
Entre dos coches, encontró un cachorro asustado, sucio y claramente abandonado
No lo pensó dos veces, se acercó, logró cogerlo y se lo llevó a su casa
En aquellos ojos tristes creyó verse reflejada
Por aquel perro cambió su rutina
Paseos, menos trabajo y más cerca. Con él de la correa, descubrió el barrio y sus vecinos. Sus tiendas. A los dueños de otros perros
Sabía que su vida no era la más deseada, pero aquel perro había llegado a su vida para enseñarle muchas cosas. La primera y más importante, que muchas veces las palabras no son necesarias para amar
Fueron años felices. Los que la conocían dejaron de lamentarse por ella. Dejaron los "si a mi" de lado y se centraron en los "que buena racha"
Pero aquel día llovía y la alegría de su vida, el que le enseñó tanto en la vida, se escapó, loco de contento
Aquel día, se negó a resignarse y le salieron mil "y si":
Y si no hubiera llovido, y si ella lo hubiera sujetado fuerte, y si aquel coche hubiera podido frenar, maldita sea
Y si, y si y si
Y si a su perro no le hubiera gustado tanto la lluvia
Y si aquel día hubiera brillado el sol...
El sol solo volvió a brillar una semana después, cuando aquel otro cachorro la miró con aquellos ojos tristes, en los que se volvió a ver reflejada
PD Cuento inspirado por Jos Pérez
INGREDIENTES
2 hojas de hojaldre
Medio litro de leche
150 g de azúcar
15 g de harina
15 g de maicena
1 vaina de vainilla
La corteza de un limón
4 yemas de huevo
25 g de almendra picada en cubitos
25 g de almendra fileteada
1 huevo
Azúcar glas
ELABORACIÓN
Separar las yemas de las claras de 4 huevos
Poner a hervir en un cazo 400 ml de leche, la vaina de vainilla y la corteza de limón
En un bol poner la maicena, la harina y 100 ml de leche
Mezclar
Añadir las yemas una a una sin dejar de remover
Verter esta mezcla en la leche hirviendo
Retirar la piel de limón y la vainilla
Seguir cociendo a fuego lento, sin dejar de remover de manera fuerte hasta que espese
Dejar enfriar tapado con papel film tocando la crema pastelera
Cortar un círculo de hojaldre de la medida de la cubeta + 2-3 dedos que suban por las paredes
Con ayuda del papel horno que lo acompaña, colocar en la cubeta
Verter la crema pastelera sobre la masa de hojaldre
Cortar otro círculo de hojaldre de la medida de la cubeta
Pinchar con un tenedor toda la superficie de este circulo de hojaldre
Colocar este círculo encima de la crema pastelera
Cerrar los bordes presionando con los dedos y juntando los dos círculos de hojaldre
Batir un huevo y pintar con él toda la superficie del hojaldre y los bordes
Espolvorear con la almendra picada
Decorar con la almendra fileteada
Menú Horno 30
Tapa horno hasta dorar ligeramente
Espolvorear con azúcar glas
Receta adaptada de las fichas coleccionables La cocina de mi abuela de Planeta de Agostini
Consejos de La Farsa
*La capa del hojaldre que va debajo, tiene que ser más grande que la capa de hojaldre que va encima. Después de verter la crema pastelera, se recorta el hojaldre necesario para que solo quede un poco con el que sellaremos la panchineta.
No es difícil hacerlo, pero hay que tener paciencia para ir pellizcando y juntando las dos capas de hojaldre para que la crema no se salga
*El toque de tapa horno mejor hacerlo fuera de la olla, para que no se queme el "culo" de la panchineta