Una caja de madera con unos dibujos hechos de manera rústica y pintada más bien mal
A ella le pareció la caja más bonita que hubiera visto nunca
Nadie le tuvo que decir que guardar en ella
Se pasaba la vida guardando cosas, sus cosas, como pequeños tesoros
Ahora ya tenía un sitio especial para hacerlo
Por aquella caja pasaron tantas cosas
Un pendiente, ella lo guardaba porque estaba segura que algún día aparecería el otro par, en algún sitio tenía que estar
Un azulejo pequeñito, cuadrado, de color azul, ya no recordaba de dónde era
Unas tizas de colores, de cuando todavía se escribía en pizarra individuales y se enseñaban al profesor desde el pupitre
Un rosario de plástico, eso si que no sabía de dónde había salido
Y decenas de otras cosas pequeñas e inservibles pero que para ella le resultaron importante en algún momento de su vida
Esa caja la había acompañado durante cuarenta años
Ahora solo contenía lo más importante
Alegrías, ilusiones, risas sin complejos, esperanzas
Todas las emociones de una vida guardadas en aquella caja
No necesitaba más
Con el tiempo, había ido sacando toda aquella retahíla de pequeños objetos inútiles
Se quedó solo con lo necesario para ella
Fotografías
Fotografías que no tenían importancia en el momento en que se tomaban, solo lo hacían cuando se tomaba distancia de aquel momento
Ella las había ido seleccionando cuidadosamente
Todas tenían que estar en aquella caja
Todas eran momentos únicos. Momentos que ella quería guardar para siempre
Porque ella quería guardar y conservar solo lo bueno de su vida
Aquellas alegrías infantiles captadas en el momento justo, aquellos ojos ilusionados de las novias, aquellas risas de toda la familia rodeando una mesa, aquellas esperanzas en los jóvenes recién graduados
Su infancia, su familia, sus amigos, sus seres más queridos
Solo quería conservar esas cosas, esas fotos, esos recuerdos
Era la única mochila que quería cargar, su única maleta de mano, su caja de madera querida
Momentos felices
PD Aunque es difícil pero necesario aplicarse el cuento, este cuento se lo dedico a Loly Los Mios y su maleta de mano
INGREDIENTES
600 g de ciruelas claudias
115 g de mantequilla
100 g de azúcar moreno
135 g de harina
115 g de almendra molida
1 cucharada y media de levadura
2 huevos
30 g de almendras laminadas
1 cucharadita de aroma de vainilla
Mermelada de ciruelas
ELABORACIÓN
Dejar la mantequilla a temperatura ambiente un buen rato
Deshuesar las ciruelas y cortarlas en dos
Tamizar la harina con la almendra en polvo y la levadura
Batir la mantequilla con el azúcar
Añadir los huevos de uno en uno
Añadir el aroma de vainilla
Añadir la harina tamizada
Mezclar con una espátula y con movimientos envolventes
Hasta integrar todos los ingredientes
Preparar la cubeta
Pulverizar con spray para desmoldar
Colocar papel horno en el fondo y que suba 2-3 dedos por las paredes
Verter la masa en la cubeta
Colocar las ciruelas sobre la masa
Debe quedar toda la masa cubierta con las mitades
Hundidas un poco en la masa
Espolvorear las almendras fileteadas sobre toda la superficie
Cubriendo todas las ciruelas
Menú Horno 50 minutos + Válvula abierta + Tapa abierta (cerrar tapa e ir abriendo poco a poco hasta que aparezca el pitorro metálico de la tapa)
Desmoldar
Dejar enfriar sobre una rejilla
Mezclar mermelada de ciruelas con un poco de agua
Pincelar el pastel con esta mezcla, con cuidado de que no se despeguen las almendras
Receta adaptada de Magia en mi cocina
Consejos de La Farsa
*Dejo enlace del vídeo explicativo del Pitorro Metálico de la tapa
Vídeo Pitorro misterioso