Hace años hubo un auténtico boom con las panificadoras. De repente, por Internet, empezaron a aflorar foros y blogs dedicadas a ellas. Había una auténtica ansia por conseguir la famosa panificadora de Lidl. Yo también caí, claro. Y como la paciencia no es una de mis virtudes y nunca llegaba a tiempo para comprar la de Lidl me compré una de Moulinex. Aquella máquina echaba humo en mi casa; nunca preparé otra cosa que no fuese pan pero la gente hacía auténticas maravillas con ella.
Cuando se me rompió, como tampoco quería esperar, me compré otra de Carrefour. A esa no le di tanto uso porque pronto descubrí las bondades de hacer el pan en mano, así que terminé regalándola. Y, años después, siento que necesito una en mi vida. Ahora mismo no tengo tiempo para hacer el pan a mano, hace meses que no horneo nada.
Mucha gente se pregunta si es necesario tener una panificadora. Hasta ahora mi respuesta ha sido un tajante "no" pero en estos momentos ya lo digo con la boca pequeña. Como todas las cosas de la vida, en el término medio está la virtud. Es cierto que la panificadora no es imprescindible para hacer pan, ni siquiera una amasadora lo es; solo necesitamos nuestras manos.
Pero no es menos cierto que si tenemos poco tiempo la panificadora es una gran ayuda. Metes los ingredientes dentro, programas y en un tiempo máximo de 3 horas y media tienes tu propio pan recién hecho. Además, otro punto a favor de este electrodoméstico es que no necesitas aprender nada acerca del proceso de panificación porque cuando se hace a mano casi hay que preparar una tesis.
Y así estoy: deliberando sobre si debo buscarle un hueco en el armario o sigo comprando el pan. ¿Hacia qué lado se inclinará la balanza? De momento, aquí estoy leyendo la guía de compra de panificadoras de querobot.com donde hacen un análisis exhaustivo de las panificadores existentes en el mercado, como esta tan mona.
Veremos si tomo alguna decisión pronto :)