Ingredientes:
500 gr. de pasta de colores (si es fresca, mejor).
1 lata de champiñones o 300 gr. de champiñón fresco.
350 gr. de gambas peladas.
2 dientes de ajo.
sal y pimienta.
aceite de oliva virgen extra.
queso potente de sabor (al gusto)
nueces y pistachos
Albahaca y hierbabuena frescas.
Lo primero es hacer el pesto, para lo que batiremos los pistachos, las nueces, un buen trozo de queso rallado, una buena cantidad de albahaca, una pizca de sal y un muy generoso chorro de aceite. El punto y espesor del pesto dependerá de las cantidades de cada ingrediente, así que iremos poniendo las cantidades a nuestro gusto, y después de probar, rectificaremos según nos parezca. Reservamos hasta que lo necesitemos.
Ponemos a cocer la pasta en una cazuela con abundante agua, un chorrito de aceite, sal y pimienta. El tiempo de cocción variará dependiendo del grosor de la pasta, de su frescura, etc…así que lo mejor es hacer caso a los tiempos de cocción que nos indiquen en el envase.
Rehogamos los ajos en una sartén grande, añadimos después las gambas y los champiñones salpimentados y les damos unas vueltas durante 3 minutos. Cuando la pasta esté en su punto y esté bien escurrida, la añadiremos a la sartén y rehogaremos todo junto durante unos minutos más.
Unos minutos antes de servir, incorporamos el pesto a la sartén, le damos a todo junto el último golpe de calor y rectificamos de sal si hiciera falta.
Para la presentación, basta con darle un toque de frescor y color con unas hojas frescas de albahaca y hierbabuena.