Hoy vamos con otra receta de pasta muy rica y ligera. Es diferente, al menos para nosotros, por la mezcla de ingredientes que lleva. Nunca me dió por hacer un pesto con pistachos.
La historia fue que nos apetecía comer pasta al pesto, peroooooo...... Punto 1: no teníamos albahaca. Punto 2: no teníamos piñones. Punto 3: decidimos inventárnosla.
La queríamos hacer de rúcula, sobre todo porque a Alex le encanta, y si no es así es muy difícil hacerle comer lechuga. Pues cuando nos dimos cuenta casi no nos quedaba rúcula.
Decisión: mezclamos lo que tenemos y Dios dirá. Pues mirad que resultado tan flipante. Nos ha encantado tanto tanto, que ya estamos pensando en la próxima vez que la haremos que será esta misma semana, eso ya os lo digo yo, que cuando nos da por algo, NOS DÁ....
Y lo de los pistachos fue debido a la falta de piñones. Eran unos pistachos que yo tenía guardados como un tesoro para hacer unos cupcakes, pero me resigné y los usé ( aunque me alegro mucho de haberlo hecho).
No me enrollo más y os dejo otra recitita fácil y sanota....
INGREDIENTES:
200 gr de macarrones
10 tomates cherry
75 gr de mezcla de rúcula, canónigos y cebollinos.
25 gr de pistachos crudos
25 gr de queso parmesano rallado
2 dientes de ajo
70 ml de aceite de oliva virgen extra
sal
pimienta
Hacer una mezcla de rúcula, canónigos y cebollinos que pese 75 gr. Colocar en el vaso de la batidora, junto con los pistachos, el queso, el aceite, 1 diente de ajo pelado, sal y pimienta. Trituramos todo hasta que quede muy picadito. Reservar.
Ponemos una olla con abundante agua con sal a hervir. Poner los macarrones el tiempo que indique el fabricante.
En una sartén con aceite de oliva, sofreir los tomates cherry cortados en 4 trozos. Salpimentar. Añadir el otro diente de ajo en láminas. Dorar un poquito.
Añadir a la sartén los macarrones y el pesto reservado. Remover y servir.
NOTA: podéis espolvorear con más parmesano rallado para dar más sabor, una vez que emplatemos.
Pesto de rúcula, canónigos y cebollino con pistachos.