Tenía pendiente esta publicación desde mediados de noviembre del año pasado que hice mi primera Pumpkin Pie, pero entre unas cosas y otras nada de nada y esta tan buena que hay compartirla, además como me han regalado dos trozos de una calabaza gigante (que no sé de donde la sacaron por estas fechas), he vuelto a hacer esta tarta.
Como ya sabréis, tengo una ligera obsesión por la comida de EEUU y el Pumpkin Pie es una de esas típicas recetas que me encantan y que forman parte de la tradición Estadounidense. Investigando por la red encontré la supuesta historia de este dulce.
Los Pilgrims o padres y madres peregrinos son unos de los primeros grupos de colonos ingleses que en el siglo XVII se establecieron en Nueva Inglaterra.
Estos, huyendo de las persecuciones religiosas e inestabilidad política de Europa, partieron el 5 de agosto de 1620 del puerto de Southampton a bordo del Mayflower y tras atravesar el Atlántico Norte desembarcaron a finales de noviembre un centenar de colonos en el actual estado de Massachusetts (según dicen por un error de navegación, ya que querían establecerse en Virginia), fundando la ciudad de Plymouth.
El primer año fue bastante duro y aunque sufrieron muchas pérdidas, consiguieron sobrevivir y adaptarse gracias a que los indígenas Wampanoag les dieron semillas y les enseñaron a cultivar las nuevas tierras.
Estos colonos, al finalizar el otoño de 1621, decidieron hacer una celebración a la que invitaron a los indígenas para dar gracias por la buena cosecha y la ayuda recibida por ellos.
Ya era habitual celebrar el final de la cosecha en diferentes culturas, pero no fue hasta 1789, cuando el primer presidente de los EEUU George Washington, designara ese día como fiesta nacional el “DIA DE ACCION DE GRACIAS”, aunque fue Abraham Lincoln quien designo el día, el último jueves de noviembre. Esto no quedo ahí, como se juntaba esta celebración con la fiestas navideñas de primeros de diciembre, en 1939 el presidente Franklin Roosevelt cambio este día por el cuarto jueves de noviembre que es el que conocemos hoy día como “TANKSGIVING DAY” (día de acción de gracias).
Es tradición reunirse la familia y amigos este día independientemente de la religión que procesen y compartir una suculenta cena que según la zona, costumbres,… puede estar compuesta por diferentes platos, pero lo más típico y que no deba faltar en esta cena son el pavo asado relleno, la salsa de arándanos, el puré de patatas o batatas y las guarniciones de verduras como judías verdes, guisantes y maíz entre otros. Y como no, también tienen su lugar los postres y dulces como en otros, el pastel de nueces pecanas, el de manzanas y el de calabaza, siendo este último el que quiero hoy compartir con vosotros.
Es un dulce con un sabor diferente a lo que estamos acostumbrados, es un sabor especiado mezclado con el dulzor de la calabaza que a mí me encanta, aunque he de decir que es un sabor que o gusta o no gusta, no tiene término medio, como en todo lo relacionado con la cocina, cada casa tiene su receta, la base principal, es la misma, aunque puede variar un poco en la cantidad y variedad de especias utilizadas.
Originariamente, abrían la calabaza por arriba, retiraban las semillas y la rellenaban con leche, huevos y especias y luego las asaban comiendo el puré resultante. Se podría decir que el pastel de calabaza de hoy día es como el originario siendo la masa que ponemos de base la cascara de antiguamente.
Y sin más retahíla vamos allá con la receta, la cual tome el maravillosísimo blog de Bea Roque “El Rincón de Bea”
Puedes ver esta receta y mas en mi blog personal https://universodecaprichos.wordpress.com/2015/04/13/pumpkin-pie-pastel-de-calabaza/
* INGREDIENTES *
INGREDIENTES PARA LA MASA:
120 gr. mantequilla muy fría cortada a cubitos
175 gr. harina
1 cucharada azúcar
¼ cucharadita de sal
3 o 4 cucharadas de agua helada
INGREDIENTES PARA EL RELLENO:
3 huevos L o 4 huevos M
1 ½ cucharaditas de canela
¾ cucharadita jengibre en polvo
¼ cucharadita nuez moscada
¼ cucharadita clavo en polvo
1 pizca sal
150 ml. nata (crema de leche) líquida
150 ml. leche entera
175 gr. azúcar moreno
450 gr. puré de calabaza
* PREPARACIÓN *
PREPARACION DE LA MASA
En un bol poner la harina, azúcar y sal y lo mezclamos bien.
Ahora echamos la mantequilla a cuadraditos bien fríos (podemos meterla en el congelador unos 10 – 15 minutos) y comenzamos a mezclar con los dedos hasta que obtengamos una mezcla arenosa.
Comenzamos a añadir el agua muy fría cucharada a cucharada hasta que se forme una bola y se despegue de las paredes.
Sacamos la masa del bol y hacemos un disco de unos 15 cm de diámetro y lo envolvemos en papel film y refrigeramos durante al menos 1 hora.
Pasado este tiempo estiraremos la masa y la colocaremos sobre un molde de unos 23 cm de diámetro, lo cubrimos con papel de aluminio pegándolo bien a la masa y lo volvemos a meter otra media hora a la nevera.
Precalentamos el horno a 190º.
Sacamos de la nevera y le ponemos unos garbanzos secos encima para hornear en blanco unos 20 – 25 minutos (el papel debe despegarse fácilmente, si no lo hace lo dejaremos 5 minutos más).
Ahora sacamos la masa y retiramos el papel de aluminio y volvemos a hornear otros 20 – 25 minutos o hasta que tome un tono dorado. La sacamos y dejamos enfriar en una rejilla sin desmoldar. Mientras preparamos el relleno.
Bajaremos la temperatura del horno a 175º
PREPARACIÓN DEL RELLENO
En un cazo sin poner al fuego, ponemos los huevos y los batimos ligeramente, echamos las especias y mezclamos bien. Ahora echamos la leche y la nata (crema de leche) y batimos, por ultimo echamos el azúcar y batimos hasta que esté todo bien mezclado.
Esta mezcla se puede hacer en un bol y luego colarla para echarla a un cazo y evitar posibles grumos en la mezcla.
Ya solo queda añadir el puré de calabaza el cual podemos hacer horneando trozos pequeños de calabaza (unos 4 – 5 cm) a unos 160 grados hasta que se ablande y luego pasándolos por la batidora hasta obtener el puré (también se puede hacer al vapor, pero abra que escurrir bien el agua antes de triturar la calabaza)
Ahora cocinaremos nuestra mezcla a fuego lento unos 10 minutos, teniendo cuidado de que no hierva ni cuaje porque si pasa esto habrá que tirarla. Veremos que la mezcla espesa un poco y lo retiraremos del fuego.
MONTAJE DE LA TARTA
Cuando sacamos la masa del horno bajamos la temperatura a 175 grados y comenzamos a preparar el relleno.
Si la masa se ha enfriado totalmente, la meteremos 5 minutos en el horno a 175º que teníamos ya precalentado.
Pondremos la mezcla sobre la masa y hornearemos durante unos 30. Puede parecer que aún no está listo pero al enfriar terminará de cuajar.
Dejaremos enfriar un par de horas.
* SUGERENCIAS *
Yo he molido el clavo en un mortero y luego he añadido las demás especias y sal y he mezclado en el mortero.
En este caso, con la masa que me sobro después de cubrir el molde después de extenderla la volví a meter en la nevera y antes de meter la tarta montada en el horno corte unas hojas con un cortador y las puse por el borde para adornar un poco.
Puede acompañarse de nata montada (crema de leche) o helado de vainilla.