Cuando ayer preparé la ruffled milk pie y se la llevé a mi vecina, me dijo que la apariencia le recordaba a unos pasteles de carne que había probado en un viaje a Murcia.
Me picó la curiosidad y me puse a investigar por la red. Encontré varias recetas, algunas poco claras en cuanto a ingredientes y en casi ninguna me quedaba claro como darle esa forma tan característica.
Así que me cogí la receta de Marisalas, que me pareció muy buena aunque no puedo asegurar que sea fiel a la receta de la ciudad.
Ante todo, que me perdonen los murcianos, por versionar un plato típico sin haberlo probado. Pero aunque esta versión mía, no sé si se parece al original, bueno está un rato.
Os dejo la receta de Marisalas, pero adaptada a la thermomix. Aviso que es un plato elaborado y que hay que preparar en dos fase, pero al final, queda muy bien.
INGREDIENTES: (para cinco tartaletas medianas o una grande)
1 lámina de hojaldre.
50 gr de manteca de cerdo.
1 lámina de masa quebrada.
250 gr de carne picada mixta (vacuno y cerdo)
100 gr de chorizo a taquitos.
2 huevos cocidos.
½ cebolla.
30 gr de aceite de oliva virgen.
200 gr de tomate triturado.
Sal y pimienta.
PREPARACIÓN:
Comenzamos preparando la lámina de hojaldre el día antes.
Extendemos la lámina de hojaldre, la aplastamos un poco con el rodillo y la untamos bien de manteca de cerdo a temperatura ambiente.
La vamos enrollando y seguimos untando manteca en cada vuelta. La liamos en el mismo papel vegetal donde venía y la dejamos en la nevera hasta el día siguiente.
24 horas después, preparamos el relleno, poniendo el aceite y la cebolla cortada pequeña en el vaso y la sofreímos 5 minutos a 100º a velocidad 1.
Añadimos la carne y programamos 8 minutos, varoma, giro a la izquierda y velocidad cuchara.
Al acabar echamos el tomate, la sal y la pimienta al gusto y volvemos a programar 15 minutos, varoma, giro a la izquierda, velocidad cuchara.
Dejamos que pierda algo de temperatura y trituramos 5 segundos a velocidad 5. Dejamos que se temple.
Mientras preparamos las tartaletas. Desenrollamos la masa quebrada y ponemos como modelo una tartaleta boca abajo para cortarla y forramos la tartaleta que habremos engrasado antes.
Echamos una cucharada colmada de carne picada, le ponemos un poquito de chorizo en taquitos y una rodaja de huevo cocido encima.
Ahora vamos a preparar la tapa. Sacamos el hojaldre que teníamos del día anterior y cortamos rodajas de un centímetro más o menos. La aplastamos suavemente con el rodillo y con cuidado las vamos colocando sobre la tartaleta.
Horneamos a 200º hasta que veamos el hojaldre dorado, unos diez minutos.
Empezamos el día anterior preparando el hojaldre que cubrirá el pastel. Lo desenrollamos y aplastamos un poco con el rodillo.
Lo cubrimos con la manteca de cerdo.
Lo vamos enrollando y pintando con manteca a cada vuelta.
Y lo envolvemos con su papel y lo guardamos en la nevera hasta el día siguiente.
Ahora hacemos el relleno. Ponemos el aceite y la cebolla en el vaso y lo sofreímos cinco minutos.
Agregamos la carne y cocinamos un poco.
Cuando esté un poco hecha añadimos el tomate, la sal y la pimienta y acabamos de cocinar.
Dejamos que se enfríe un poco dentro del vaso y la trituramos un poco para tener un picadillo más pequeño. Todo este proceso lo podemos hacer igualmente en una sartén, ya sabéis primero pochamos la cebolla, luego la carne y por último dejamos que se cocine todo con el tomate.
Vamos con las tartaletas. Estiramos la masa quebrada y ponemos una tartaleta encima para marcar el tamaño.
Forramos las tartaletas. Aunque veáis cuatro, estas cantidades me dio para una más, pero no tenía más moldes y tuve que esperar a hornear estas para hacer la última.
Ponemos una cucharada bien colmada del relleno y extendemos.
Echamos el chorizo picadito.
Y ponemos una rodaja de huevo cocido.
Vamos con la última parte, la tapa de los pasteles. Sacamos el hojaldre que habíamos preparado el día antes. Cortamos rodajas de un dedo más o menos. Al salir de la nevera, lo notaremos duro, no pasa nada, se ablanda en un momento.
Ahora aplastamos las ruedas, que habremos tumbado, con el rodillo.
Y nos va a quedar esta forma de caracol. La levantamos con cuidado con un cuchillo.
Y la vamos poniendo sobre el pastel. Cuatro o cinco tapas, que lo cubra todo. Hacemos lo mismo con las demás tartaletas. Ahora al horno, hasta que se dore.
Y aquí tenéis unos fantásticos pasteles de carne.
Es un plato único, para acompañar con una ensaladita y poco más.
Aunque parezca lo contrario el relleno es muy suave, aunque no se trata de un plato light.
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