Parece como si los limones se saliesen prácticamente del cuenco, como si se tratase de una prolongación de la imagen del recipiente. Esto, que ya de por sí resulta espectacular, se queda corto cuando pruebas este pastel de queso y limón donde los cítricos tienen un protagonismo singular. Para mí era un reto. Nunca había hecho este pastel y tenía que sorprender a mi familia porque me había comprometido a llevar el postre y estábamos de celebración. No les podía fallar. Les gustó y eso que son muy críticos cuando se les pone un plato delante. He dicho críticos no cítricos. Los cítricos los usé todos en el pastel porque a parte de limones, la receta también incluye yogures de limón, zumo de naranja y un toque final que lo dan esas medias rodajas también por supuesto de limón.
RECETA
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INGREDIENTES
200 g de galletas tipo Digestive.
100 g de mantequilla.
200 g de queso de Filadelfia.
2 yogures de limón.
250 ml de nata (crema de leche) para montar (35% de materia grasa).
100 g de azúcar.
5 hojas de gelatina.
3 limones (uno para decorar).
PARA LA COBERTURA
100 ml de zumo de naranja.
100 ml de zumo de limón.
70 g de azúcar.
20 g de Maicena.
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PREPARACIÓN
Triturar las galletas con Thermomix o batidora. Añadir 100 g de mantequilla fundida y mezclar bien. Echar esta mezcla en un molde de 23 cm, alisarla y meter en la nevera.
Disolver 5 hojas de gelatina en agua fría.
Montar la nata (crema de leche) y reservar.
Mezclar los 2 yogures de limón, el queso y el azúcar. Cuando esté bien mezclado añadir la nata (crema de leche) y mezclar con una espátula.
Exprimir el zumo de 1 limón, colarlo y poner al fuego añadiendo las hojas de gelatina bien escurridas. Dejar unos minutos hasta que la gelatina se deshaga. Retirar y dejar que temple. Cuando esté templado añadir a la mezcla anterior, mezclar bien y echar sobre la base de galleta. Dejar una hora en la nevera hasta que cuaje.
COBERTURA
En un cazo echar el zumo de naranja y de limón. Añadir el azúcar y la Maicena. Poner al fuego y remover con unas varillas hasta que quede una crema densa. Dejar que temple la mezcla y poner encima de la tarta volcándolo con cuidado sobre una cucharita del revés. Meter en la nevera hasta que cuaje de nuevo.
Decorar con unas rodajas de limón.