El mes pasado mi niña cumplió un añito, eso es lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo, ver lo preciosa que está y lo que va creciendo.
En cuanto al motivo que me tiene tan alejada del blog podemos decir que va mejorando, y que espero que poco a poco forme parte del pasado.
Por cierto, aprovecho para pedir disculpas a mis compañeras y amigas de otros blogs, aunque no os deje comentarios quiero que sepais que siempre que puedo paso por vuestras cocinas, y que tomo buena nota de todo lo que haceis. La verdad es que os echo mucho de menos. Un beso para todas.
En fin, vamos a lo que vamos, a la receta que me trae de vuelta. Es una receta sencilla, no requiere ni mucho tiempo ni muchos ingredientes y el resultado es riquísimo. Es un pastel salado de puerros y ajos tiernos, le podeis poner si quereis una base de masa quebrada y hacer una quiche, eso lo dejo a vuestra elección y a vuestro gusto.
Ingredientes:
3 puerros grandecitos
1 manojo de ajos tiernos
2-3 cucharadas de aceite de oliva
3 huevos talla L
250 ml de leche evaporada
Sal
Pimienta
Así lo hago yo:
Lavamos bien los puerros y los cortamos en rodajas finas. Troceamos también los ajos tiernos.
Ponemos en una sartén 2-3 cucharadas de aceite de oliva y salteamos los puerros y los ajos tiernos hasta que estén doraditos. Salpimentamos.
En un recipiente hondo batimos los huevos, a continuación añadimos la leche evaporada, una pizca de sal y pimienta. Mezclamos.
Añadimos a la mezcla de huevos los puerros y los ajos tiernos salteados y mezclamos bien.
Engrasamos el molde a utilizar (también podeis forrarlo con papel vegetal) y vertemos nuestra mezcla. Lo introducimos en el horno precalentado a 180º hasta que veamos que nuestro pastel está cuajado.
Nos esperamos a que se enfrie un poco y a disfrutar.