Sabor! vamos a preparar las clásicas pechugas de pollo de una forma algo diferente.
Usaremos nata (crema de leche), miel, mostaza y trocitos de bacon.
Te llevará un pelín más de lo normal pero merecerá la pena, está buenísimo con esta salsa.
Si eres fan del pollo pero prefieres algo más ligero y simple, prueba con estas alitas de pollo al horno simplemente con pimentón por encima, aceite free!
Alitas de pollo al horno con pimentón.
Y no te pierdas esta otra forma de prepararlas con nata (crema de leche) y champiñones.
Tiempo de elaboración
45 minutos
Ingredientes
Pechugas de pollo (enteras)
Ajo
Nata (crema de leche) de cocinar
Mostaza
Miel
Bacon
Sal y Pimienta
Tomillo
Harina
Preparación paso a paso
Empezaremos preparando la salsa de miel y mostaza en un bol amplio.
Cucharada sopera de aceite de oliva, otra cucharada de miel y otra de mostaza un poco más pequeña. Estas son mis medidas, tendrás que ir probando en función de cuánto te guste la intensidad del sabor de la mostaza. Pon también una pizca de sal y pimienta negra.
Ahora pon las pechugas de pollo en el bol y mézclalo bien con la salsa, deja marinar durante 20 minutos en el frigorífico.
Pon a calentar un par de cucharadas de aceite en una sartén y cuando esté bien caliente añade las pechugas de pollo.
Deja que se hagan y doren un poco a fuego medio fuerte y retíralas a un plato.
Baja el fuego un poco y en esta misma sartén añade el bacon, que se vaya dorando un poco y añade un diente de ajo picadito.
Dale un par de minutos y echa la nata (crema de leche) líquida para cocinar, un par de paquetes de 200cc, y el resto de la salsa de miel y mostaza que te habrá quedado en el primer bol. Echa tomillo para darle otro toque más de sabor y una cucharadita de harina para espesar un poco la salsa.
Deja que se ponga a salir burbujitas y vuelve a añadir las pechugas.
Con una cuchara echa de vez en cuando por encima de las pechugas la salsa. Estate en torno a 5 minutos y dale la vuelta. Repite la operación y ya estaremos listos para servir el plato.
Luego lo serviremos junto a unas patatas y bien de salsa, no escatimes en salsa!
Guarnición de patatas fritas
Para acompañar a este plato te recomiendo preparar una buena cantidad de patatas fritas.
Aprovecha el tiempo mientras se está marinando la pechuga en el frigorífico para cortar unas patatas en forma alargada y finitas. Las usaremos como guarnición hoy.
Mientras vamos haciendo el resto de pasos de las pechugas, tendrás que poner aceite de girasol en abundancia en una sartén para freír las patatas que hemos pelado.
Ahora sólo te queda emplatar. Platazo con mucho sabor y bien de salsita acompañado por una buena cantidad de patatuelas. Soy muy fan de las patatas fritas, alargadas y crujientes!
Un truco para lograr unas patatas fritas crujientes es freírlas de dos veces. Una primera vez en aceite calentito y durante apenas un minuto. Sácalas y ponlas sobre papel de cocina absorbente y espera a que se enfríen una media hora.
Fríelas de nuevo durante unos minutos y listo, crunchy fried chips para todos!