¡Mira que me gusta preparar platos de rellenos con carnes, pescados o verduras! Aparte de estar buenísimos y de presentar un aspecto impresionante, tienen un montón de nutrientes combinados que hacen que constituya un plato único.
El pollo tiene además la ventaja de servir de soporte a otros ingredientes sin restarles protagonismo, es barato y es sencillo de cocinar.
La receta, para aligerarla, se ha cocinado en el horno y así no tiene exceso de grasa, ya que lleva el queso que siempre aporta. Ríndete a esta receta sabrosísima!!
Para 4 personas:
1,5 pechugas de pollo, cortada la entera a la mitad
225 g de espinacas (yo uso congeladas)
125 g de queso fresco tipo requesón o tipo ricotta
1 cucharada de queso parmesano rallado
2 claras de huevo
1 bola de queso mozzarella
salsa de tomate frito casero
pan rallado
2 huevos batidos
sal y pimienta
albahaca fresca
Se cuecen las espinacas en un poco de agua con sal durante 5 minutos. También se pueden preparar poniendo en un bol de cristal, apto para microondas, el bloque de espinacas congeladas con un dedo de agua y sal. Se tapa con papel de film agujereado y se introduce en el microondas 6-8 minutos.
Se precalienta el horno a 200º C con calor arriba y abajo.
Se escurren las espinacas cocidas, se cortan muy menudas y se ponen en un bol donde se mezclan con las claras de huevo, la cucharada de queso parmesano, el requesón y se salpimenta. Se reserva.
Se abren las medias pechugas a la mitad, como si fuéramos a hacer filetes, sin cortar del todo la pechuga.
Se añade con una cuchara un poco de la mezcla de espinacas y queso, hasta llegar al fondo.
Se pasan las pechugas rellenas por huevo batido y pan rallado y se colocan en una fuente apta para horno. Se vierte por encima de cada una un poco de aceite de oliva virgen en hilo.
Se introducen en el horno durante 20 minutos, aproximadamente. Hasta que veamos que están doraditas.
Se sacan del horno, se cubren las pechugas con la salsa de tomate y se coloca encima de cada una una rodaja de queso mozzarella. Se vuelven a introducir en el horno y se mantienen unos 10 minutos más, hasta que el queso se funda.
Se sacan del horno, se decoran con albahaca fresca, lavada y cortada en tiras y se sirven de inmediato.
En estas dos últimas fotos podéis ver el corte de la pechuga con el relleno a la vista.