Pisto Manchego de la abuela
Aunque publiqué la receta en Instagram (aquí), hace un par de días, aún no la había compartido por aquí para que la tengáis a mano en cualquier momento en el que os apetezca una buena dosis de vitaminas y color en vuestro plato.Esta receta de hoy es un homenaje a las abuelas del mundo: ellas siempre nos han mimado y cuidado, nos han enseñado a dar nuestros primeros pasos entre fogones y nos han preparado tantas y tantas meriendas con todo el amor del mundo. Ahora, en estos tiempos, somos nosotros quienes tenemos que proteger a nuestros mayores de este virus y lo hacemos quedándonos en casa. Así que, por ellos: nuestros abuelos y abuelas, ¡quedémonos en casa!
En estos días de morriña, me apetecía sentirme un poquito más cerca de casa y, nada mejor que un buen pisto de la abuela para viajar años atrás hasta el salón de su casa. Si tuvieses que dedicarle una receta a tu abuela, ¿cuál sería? Cuentame en los comentarios, te leo.
A diferencia de otros tipos de pisto que llevan calabacín, este simplemente lleva cebolla, pimiento y tomate, por lo que es una receta muy sencilla, con pocos ingredientes en la que la clave está en hacerlo con mimo, como nuestras abuelis.
También te dejo unas recetas sencillas, cargadas de vitaminas y nutritientes y con poquitos ingredientes que pueden darte ideas deliciosas: escalivada exprés sin horno, receta rapidísima, pero con un sabor estupendo. Otra receta espectacular y facilita son estos maravillosos tallarines de calabacín con setas.
Y, sin más, aquí te dejo la receta de este pisto tradicional para chuparse los dedos.
Ingredientes (para 4 buenas raciones):
2 cebollas y 1/2 grandes6 pimientos verdes italianos
1 lata pequeña de tomate triturado (también puedes usar tomates naturales)
1 cucharada de aceite de oliva virgen
Sal y pimienta al gusto
Opcional: edulcorante para reducir la acidez del tomate
Procedimiento:
Pela las cebollas y córtalas en daditos pequeños.Pon el aceite en una sartén y precaliéntalo, añade las cebollas y pon la tapadera. Déjalas cocinar a fuego bajo y, mientras, lava y trocea los pimientos verdes.
Espera hasta que las cebollas estén transparentes y, entonces, añade los pimientos picados, mezcla y vuelve a tapar.
Cuando los pimientos estén casi listos, añade el tomate triturado, la sal, la pimienta y un poquito de edulcorante para que no esté tan ácido. Mezcla todo bien y deja que reduzca sin la tapadera puesta.
Pasados unos minutos, prueba de sabor y rectifica si es necesario.
Emplata y acompaña con un huevo frito o cocido con la yema blandita y un buen pan. ¡No hay mayor manjar!
Como ves, es una receta muy sencillita, pero está de vicio.