La pizza es un pan plano horneado elaborado con harina de trigo, sal, agua y levadura, y cubierto con salsa de tomate y otros ingredientes como queso, salami, champiñones, cebolla, jamón o aceitunas. Original de la cocina napolitana (Italia), se ha hecho muy popular en todo el mundo y presenta muy diversas variantes. Se pueden utilizar ingredientes como carnes, verduras, pescados y diversos quesos en la preparación de la pizza. El uso de la salsa de tomate no es obligatorio, de hecho, tradicionalmente, se habla de "pizze rosse" o pizzas rojas y de "pizze bianche" o pizzas blancas según los ingredientes se coloquen sobre una capa de salsa de tomate o directamente sobre la masa de la pizza.
Con esta receta participo en el reto Cooking The Chef del mes de Mayo de 2017. Para este reto se ha elegido un Chef portugués, Henique Sa Pesoa. Se le considera uno de los mejores cocineros portugueses contemporáneos. Ha viajado mucho, tiene un poso contemporáneo importante, mucha ambición y se instala en su tierra para hacer Alta Cocina Portuguesa. Tras formarse en USA, Londres y Sidney, regresa a Portugal, pasando por diferentes restaurantes. Abre sus propias restaurantes y obtiene varios galardones de La academia Portuguesá de Gastronomía.
Ingredientes para la masa de la pizza:
250 gr de harina (especial pizzas)
130 mililitros de agua
Ingredientes para la cebolla caramelizada:
2 cebollas rojas
2 cucharadas de azúcar moreno
2 cucharadas de vinagre balsámico de Módena
3 cucharadas de aceite de oliva
Resto de ingredientes:
4 lonchas de jamón york braseado
2 bolas de mozzarella
sal, pimienta negra
unas hojas de albahaca
una bolsa de queso mozzarella rallado
Preparación:
Precalentamos el horno a 180 grados.
Poner todos los ingredientes en un bol, los amasamos a mano o con un robot y una vez amasados formamos una bola, la cubrimos con papel film y la dejamos reposar hasta que doble su tamaño.
Mientras preparamos la cebolla caramelizada. Ponemos una sartén al fuego con aceite y freímos las dos cebollas peladas y cortadas en juliana a fuego lento. Cuando está blanda, le añadimos el azúcar y el vinagre, freímos 5 minutos más y apagamos el fuego.
Utilizamos un molde especial para pizzas.
Extendemos la masa, la pintamos con aceite de oliva y espolvoreamos de pimienta. Cubrimos con la cebolla caramelizada, ponemos por encima rodajas de mozzarella, el jamón y las hojas de albahaca. Por último cubrimos la pizza con el queso mozzarella rallado.
Horneamos durante 20 minutos.
Fuente: este post proviene de La cocina de Catina, donde puedes consultar el contenido original.
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