La cebolla caramelizada puede acompañar otras verduras, idónea para tostas y aperitivos acompañando al queso de cabra o al foie e incluso queda perfecta con morcilla.
Esta tosta de mozzarella lleva una rebanada de pan de pueblo cortada fina con un poco de cebolla caramelizada encima, unas rebanadas de tomate pasado ligeramente sobre la sartén con apenas unas gotas de aceite y unas rebanadas de queso mozzarella también pasado por la sartén en el momento de servir. La tosta está muy buena fría pero es estupenda cuando está tibia.
Cómo hacer cebolla caramelizada
Dificultad: fácil
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Preparación
Primero limpiáis la cebolla (mejor cebollas dulces). Cortadla en juliana, no demasiado gruesa. Ponéis un poco de aceite de oliva en una sartén y la calentáis a fuego lento. Cuando el aceite coja temperatura echáis la cebolla y la removéis poco a poco para que vaya pochándose.
Dejadla cocinar a fuego lento ya que favorece que los jugos de la cebolla provoquen la caramelización. Procurad que la cebolla no se queme. Tardareis aproximadamente entre 25 y 30 minutos en conseguir la textura adecuada.
Opcionalmente podéis añadir un chorrito de aceto de Módena para aportar un punto ácido a la cebolla caramelizada.
Si no disponéis de mucho tiempo existe algún truco para caramelizar más rápido.
Utilizando bicarbonato. Añadiendo una pizca de bicarbonato se acelera el proceso ya que provoca que los jugos de la cebolla se desprendan más rápido.
Otra opción es añadir agua y azúcar. En ese caso, añadid una cucharada de agua y una de azúcar (blanco o moreno) por cada cebolla y removed durante dos o tres minutos más hasta que desaparezca el azúcar. Veréis que la cebolla se oscurece.
Web: Commememucho
¡Disfrutad vuestra tosta!