Cuando hemos viajado por España, Italia, Inglaterra, Alemania o Austria lo tuve claro al decidir qué preparar, pero saliendo de esos cinco países tuve que contar con mi best friend Google para ver qué hacer porque la verdad es que desconocía totalmente la repostería de los demás países y lo bueno de este reto es eso, aprender. La repostería mundial tiene como base harina, azúcar y huevos, pero cada país los combina de diversas maneras y como ejemplo tengo en el blog esta tarta de manzana holandesa que lleva ingredientes muy parecidos a esta que hago hoy y sin embargo son muy diferentes.
La receta original la encontré en este blog y la he adaptado un poco.
Ingredientes:
Para el relleno:
1 kg. de manzanas (4 unidades aproximadamente)
60 gr. de azúcar común
1 cucharadita de canela
30 gr. de mantequilla
Poenemos en uan sartén la mantequilla y llevamos a fuego medio. Cuando comienza a derretirse le añadimos el azúcar y la canela, removiendo bien. Agregamos las manzanas ralladas con piel y dejamos cocinar durante 10 o 12 minutos o hasta que veamos que se evapora el jugo que suelta. Dejamos enfriar.
Para la masa:
450 de harina común
200 gr. de azúcar
150 gr. de agua
125 gr. de aceite de girasol
1 cucharadita de vinagre de manzana
1 cucharadita de bicarbonato de soda (sodio)
Para decorar:
1 cucharada de azúcar glas
Precalentamos el horno a 200º.
Engrasamos con mantequilla un molde rectangular de 25 x 35 cm. Rservamos.
Ponemos en un bol la harina y el azúcar mezclando bien. Agregamos el agua mezclada con el vinagre y el bicarbonato. Añadimos el aceite y removemos con una cuchara para integrar los ingredientes. Volcamos en la encimera (mesada) y amasamos hasta unir bien. La masa queda suave y no se pega a los dedos. Dividimos la masa en dos partes iguales.
Enharinamos la encimera y estiramos una parte de masa con rodillo dándole formar rectangular y de 1/2 cm de grosor. Colocamos en el molde, ponemos encima el relleno de manzana distribuyendo bien, estiramos la masa restante y cubrimos. Cocinamos a 180º durante 30 minutos o hasta que esté dorada la superficie.
Dejamos enfriar bien y servir cortada en cuadrados y espolvoreada con azúcar glas (impalpable).
Es riquísima y es muy fácil de hacer.
La receta original lleva mucha azúcar, demasiada para mi gusto así que he reducido las cantidades tanto en la masa como en el relleno.
Si queremos desmoldarlo debemos poner una hoja de papel vegetal en la base del molde antes de armarlo para que sea más fácil hacerlo. Yo no se la puse y lo corté directamente en el molde.
¡Hasta la próxima!
¡Sean felices!