No importa pringarse los dedos, porque el pollo está lleno de sabor y nos damos un festín.
Con unos ingredientes tan sencillos, se disfruta de una buena comida.
Ingredientes para 4-6 personas:
1 pollo cortado los cuartos en dos
2 cabezas de ajos pelados
200 ml de vino blanco seco
2 hojas de laurel
Unas ramitas de romero
Pimienta molida
Sal
Aceite de oliva
Elaboración:
Pelar los ajos y cortarlos en trozos no muy gordos.
Poner en una cazuela (lo hice en la de barro) aceite y añadir los ajos en frío y a fuego bajo.
Que se vayan haciendo poco a poco los ajos para que desprendan su aroma.
Retirar los ajos y reservar.
En ese mismo aceite y un poco más, se vuelve a poner al fuego y se añade el pollo previamente salpimentado.
Dorar las piezas por todos los lados, añadir el laurel y el romero, remover y cocinar un par de minutos a fuego medio.
Regar todo con el vino blanco, cocinar poco a poco para evaporar el vino.
Añadir los ajos por encima, remover la cazuela.
¡Y listo para llevar a la mesa!
Ahí os dejo cocinillas mi sugerencia de hoy.
Sencillo, rápido y muy rico.