Ingredientes:
300 g de judías verdes,
100 gr. de calabaza,
2 patatas,
200 g de queso mascarpone,
3 huevos,
1/2 cucharilla de orégano,
galleta picada,
queso parmesano,
aceite de oliva,
pimienta y sal.
Comenzamos limpiando las patatas y, enteras y sin pelar, las ponemos a cocer a fuego medio para que no se rompan.
En otra cazuela, ponemos a cocer las judías verdes y la calabaza troceadas.
Unos 30 minutos después tendremos todas nuestras verduras cocidas.
Pelamos las patatas y las ponemos en un bol con un chorro de aceite de oliva, sal y pimienta y las machacamos con un tenedor.
Añadimos las judías verdes y la calabaza y mezclamos machacando un poco para que la calabaza se integre bien.
Añadimos después el orégano y los huevos batidos y seguimos mezclando.
Por último agregamos al bol el queso mascarpone, rectificamos de sal y pimienta y volvemos a mezclar.
Engrasamos un molde desmoldable y ponemos nuestra mezcla en él.
Hacemos una mezcla de queso parmesano rallado y galleta picada y la espolvoreamos sobre nuestro pastel de judías verdes.
Lo introducimos en el horno precalentado a 180 º C y lo horneamos durante unos 40 minutos.
Cuando lo saquemos, lo decoramos. Nosotros, en esta ocasión, le hemos puesto una flor de aceitunas negras y cebollino, pero cada vez le ponemos algo distinto. Usa tu imaginación para personalizarlo.
Este pastel de judías verdes puede comerse caliente o frío. A nosotros nos encanta cuando está tibio.
Prepara este plato a tus hijos y ¡te pedirán judías verdes!
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