¡Quien me iba a decir a mi que esto de hacer praliné en casa iba a ser tan fácil! La verdad es que cuando veía por internet el precio al que se vendía este producto creía que hacerlo sería complicado o que, por lo menos, el proceso sería mucho más largo ¡Pero que va! Hace un par de días lo hice en casa y tardé más tiempo en bajar a comprar las avellanas que en preparar el praliné.. ¡Con eso os lo digo todo!
¿Y para que se puede usar el praliné? Os preguntareis. Pues mirad, la primera cosa que se me ocurre es la gianduja, una crema a partes iguales de praliné y chocolate (Algo así como la primera Nutella) que se utiliza como relleno de bombones, también se utiliza el praliné para aromatizar cremas pasteleras, cremas de mantequilla o, incluso, bizcochos.. ¡Todo lo que se os ocurra! Yo ayer le añadí una cucharadita de esta crema a un yogur y mhhhh.. ¡Riquísimo!
Y ahora ¡Vamos con la receta!
Ingredientes
200 gr de avellanas (en mi caso sin pelar y sin tostar)
200 gr de azúcar blanco
Una cucharadita de agua
Una pizca de sal (Optativo, es solo para realzar el sabor)
Cómo hacer praliné de avellanas casero
1.- Comenzamos tostando las avellanas. Las esparcimos en una bandeja y las metemos al horno a 160ºC durante unos 7-10 minutos hasta que tomen un poco de color. Es mejor no subir más la temperatura ya hay peligro de quemar los aceites de los frutos secos y luego daría un sabor amargo.
2.- Una vez templadas las podemos pelar poniéndolas sobre un paño de cocina. Cerramos el trapo y frotamos con energía. Este paso es opcional.
3.- Ahora vamos a caramelizar las avellanas. Para ello colocamos una sartén, o un cazo a fuego medio-bajo con el azúcar y el agua. Dejamos que el azúcar comience a caramelizar sin remover.
4.- Una vez comience el caramelo a tomar un color dorado claro apartamos del fuego, añadimos las avellanas y removemos bien. Ponemos de nuevo el cazo a fuego unos segundos mientras removemos para que todas las avellanas queden bien cubiertas por el caramelo.
5.- Volcamos rápidamente las avellanas caramelizadas sobre una bandeja con papel de horno y dejamos enfriar .
6.- Y ahora viene el momento mágico de la receta. Troceamos las avellanas caramelizadas y las ponemos junto con una pizca de sal en nuestro robot de cocina. Si tenéis Thermomix perfecto, si no, también os servirá una batidora de vaso o, incluso, el accesorio picador que tienen algunas batidoras de mano.
7.- Comenzamos a triturar a golpes cortos y luego, una vez ya tengamos una especie de tierra, trituramos ya de forma continua. Al principio parece que no ocurre nada pero transcurridos unos minutos veréis como las avellanas van soltando su aceite y se transforma en una crema cada vez más líquida. Ahora ya es cuestión de gustos la podéis dejar con algún trocito o triturar hasta que quede lisa totalmente.
8.- Podemos guardar el praliné de avellanas en un tarro de cristal o en bote en la nevera, Eso si ¡Siempre bien cerrado! Ya que las grasas que contiene absorben fácilmente los olores. Con el tiempo los aceites de las avellanas suelen subir a la superficie, separandose sólidos y líquidos, pero no os preocupeis. Solo hace falta remover con energía el praliné durante unos instantes para que recupere su textura original.
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