La verdad es que me ha llevado varios intentos dar con la receta óptima para que saliera perfecto. No sólo es una cuestión de ingredientes y cantidades, también lo es de temperatura y tiempo de horneado. ¡Espero que os salga bien a la primera! :D
Antes de comenzar, asegúrate que tienes en casa una batidora, un bol para mezclar y un molde que te ponga las cosas fáciles. Digo esto porque este pudin no lleva azúcar en el fondo, ni ningún tipo de engrasante, así que puede hacerse complicadilla la tarea de desmoldarlo. Te vale por ejemplo un molde de silicona, pero si no tienes uno, utiliza papel de aluminio para forrar uno cualquiera.
Ingredientes:
3 manzanas grandes
4 huevos
Una cucharada sopera con colmo de almidón de maíz (maizena)
Edulcorante: Yo utilizo sólo una cucharadita de stevia líquida. Pero tú puedes utilizar el que tengas en casa, siempre teniendo en cuenta el poder endulzante de cada uno.
Media cucharadita de canela en polvo (opcional)Preparación:
Precalienta el horno a 170 ºC
Lava bien las manzanas, y parte dos de ellas en trozos para que sea más sencillo batirlas. Puedes quitarles la piel si quieres, aunque yo no suelo hacerlo. Sobre todo si son rojas, porque me gusta ver las pintitas de color cuando corto el pudin, y además, añade fibra al asunto. Si quieres añadir más fibra, puedes añadir una o dos cucharadas sopera de salvado de avena.
Bate todos los ingredientes.
Vierte la mezcla en el molde que hayas elegido.
Corta la manzana que reservaste en láminas o taquitos, a tu gusto, y colócala por encima de la mazcla.
Hornea durante una hora a 170 ºC.
Pasado este tiempo, pincha con un palito. Si sale limpio, ¡ya lo tienes! Si no, deja 15 minutos más. No te preocupes por la textura. Es muy, muy blandito. Pero cuando enfría coge cuerpo.
Espera al menos 15-20 minutos antes de desmoldarlo, ya que si lo haces recién sacado del horno, se te puede romper.Cuando haya enfriado, puedes ponerle por encima un poco de miel de caña, algún sirope, o comerlo tal y como está, que sale buenísimo :D