El otro día tuve la suerte de que Benihort me regalara a través de mi página de mi Twitter unas estupendas alcachofas de Benicarló....si las que tan bien publicitaba Maribel de Masterchef. Una alegría recibir la caja en casa en apenas 24 horas y desde que las recibí no paré de pensar en que receta podía aprovechar todo su sabor, además de simplemente cocidas con un chorrito de aceite que es como más nos gustan en casa.
Como había comprado una calabaza ecológica y unos tomates cherry estupendos en el mercat de Santa Caterina, me decidí por hacer una estupenda receta combinando los tres sabores, así que aquí os dejo este rico plato con verdura de primera categoría que estoy seguro que gustará a toda la familia.
- INGREDIENTES:
1 hoja de masa brisa o quebrada
4 tomates cherry
50 gr de calabaza
5 alcachofas de Benicarló
1 limón
3 huevos
200 ml de nata (crema de leche)
1 cucharada de mostaza
Queso rallado
Eneldo
Nuez moscada
Sal y pimineta
- ELABORACIÓN:
Encendemos el horno a 200º C.
Cocemos la calabaza en dados pequeños.
Limpiamos las alcachofas de sus hojas más externas, les cortamos el tallo y la parte de arriba. Las untamos con un poco de limón y las ponemos en un cuenco con agua y limón.
Las cocemos en agua con un poco de sal hasta que estén ligeramente blandas pero no cocidas del todo, ya que acabarán en el horno. Unos 15 minutos aproximadamente.
Extendemos la masa brisa o quebrada sobre el molde previamente engrasado y presionamos ligeramente por todos los lados para que adquiera bien la forma. Pinchamos con un tenedor la base para que no suba y lo metemos al horno pre-calentado 15 minutos.
Mientras en un cuenco grande batimos los huevos y mezclamos con la nata (crema de leche). Añadimos un poco de nuez moscada, la cucharada de mostaza y un poco de eneldo picado. Salpimentamos al gusto.
Sacamos el molde del horno, distribuimos por encima la calabaza cocida, las alcachofas cortadas en mitades y cuartos y los tomates partidos por la mitad. Rellenamos los huecos con la mezcla de huevo y demás ingredientes. Espolvoreamos con un poco de queso rallado, procurando que no caiga encima de las verduras para que la presentación quede más bonita.
Metemos en el horno durante unos 20-25 minutos, hasta que esté bien dorada y el centro cuajado.
Sacamos del horno, dejamos enfriar unos minutos antes de desmoldar y servimos acompañado de un poco de mostaza.
- MARIDAJE:
Un blanco elaborado con Riesling combinará perfectamente con los sabores de esta rica quiche.
- COSTE: barato.
- DIFICULTAD: fácil.
- TIEMPO: 60 minutos.
- CALÓRICO: no es un plato de diario.