Aparte del pollo los ingredientes para preparar estos alambres con zanahorias son muy básicos:
500 g de pollo, preferiblemente contramuslos
3 zanahorias
1/2 cebolla
200 ml de vino tinto
1 cucharadita de tomillo
1/2 cucharadita de nuez moscada molida
1 hoja de laurel
Unos granos de pimienta negra
Aceite Ponemos al fuego una cacerola con unos granos de pimienta, una hoja de laurel, un par de cucharadas de aceite y una pizca de sal. Metemos el pollo y añadimos agua lo justo para cubrirlo. Tapamos y dejamos que cueza durante 20 minutos.
Sacamos el pollo, retiramos la piel y lo desmigamos. Reservamos tanto la carne como el caldo, que utilizaremos para hacer el plato. Cortamos la cebolla en juliana fina y la ponemos a dorar en una sartén honda con un par de cucharadas de aceite y un poco de sal. Cuando empiece a ablandarse añadimos las zanahorias peladas y en rodajas gruesas. Seguimos rehogando unos minutos.
Espolvoreamos el tomillo y la nuez moscada, removiendo bien. Regamos con el vino y dejamos que cueza hasta que se evapore el alcohol. Cuando ya no huela a vino añadimos el pollo desmenuzado y medio litro de caldo, preferiblemente caliente. Probamos de sal y rectificamos si es necesario.
Dejamos cocer todo durante 20 minutos y si quieres que la salsa quede algo más espesa, añade medio vaso de agua fría con una cucharada de harina 5 minutos antes de acabar. Llevamos a la mesa tal cual, con unas patatas fritas o un poco de arroz si buscamos un plato completo. ¡Todo el mundo a la mesa!