De momento tenemos quince bizcochos en el blog. Cada uno tiene su qué. En general, todos han gustado mucho porque cuando los hemos comido no han quedado ni las migas. Después de esta retahíla de bizcochos que podéis consultar en nuestro índice de la “A a la Z”, mi familia empieza a tener cierto criterio sobre el particular. Hay partidarios de unos y hay quienes prefieren otros, pero curiosamente con este bizcocho de calabaza y chocolate hay unanimidad. Les gusta, y mucho. El sabor de la calabaza se nota ligeramente pero no predomina y le da al postre una jugosidad espectacular. Cuando se lo comían yo les miraba de reojo y veía sus caras de felicidad con lo cual deduzco que no pretendían halagarme sino, simplemente, disfrutar.
RECETA
.
INGREDIENTES
250 g de harina + 25 g más
25 g de cacao en polvo sin azúcar
2 sobres de gasificante (1 blanco y 1 morado)
1 cucharita de levadura en polvo
300 g de puré de calabaza
240 g de azúcar
4 huevos
150 g de aceite de girasol
.
PREPARACIÓN
Cortar 2 rodajas de calabaza de al menos 400 g, envolverlas en papel Albal con la piel y meter a asar en el horno durante 30 minutos (esto lo podéis hacer el día anterior). Sacarlas del horno comprobando con una brocheta si están bien asadas. Quitar la piel, pesar los 300 g y machacar con un tenedor hasta hacer un puré.
Mezclar 250 g de harina con los sobres de gasificante y la levadura. Tamizar y reservar.
Con unas varillas o un robot de cocina batir los huevos y el azúcar hasta que quede blanquecina y espumosa (unos 5 minutos).
Añadir el aceite y mezclar bien.
Echar a la mezcla anterior el puré de calabaza y en último lugar la harina tamizada y mezclar.
Repartir la mezcla en dos partes iguales, a una parte añadirle los 25 g de harina restantes mezclándola con la masa y a la otra el cacao en polvo y proceder de igual manera.
En un molde engrasado con mantequilla o spray y espolvoreado con harina ir echando las masas de forma alternativa, una cucharada de la masa con el cacao y encima de esta otra cucharada de la otra mezcla y así sucesivamente. Meter en el horno previamente calentado a 175 º con aire y calor arriba y abajo durante 30 minutos aproximadamente. Comprobad antes de sacarlo si está bien hecho pinchándolo con una brocheta.
Sacar y dejar enfriar sobre una rejilla.
Con estas cantidades salen dos bizcochos pequeños como los de la fotografía o podéis echarlo en un solo molde y os saldrá uno más grande.