El risotto es un plato de arroz con un acabado cremoso que se cocina sin prisas añadiéndole pequeñas cantidades de caldo mientras se remueve suavemente para que los granos suelten el almidón y adquieran esa textura untuosa tan apetecible. Esta forma de cocinar el arroz es de origen italiano; por eso, es preferible utilizar arroces de ese país como el arborio o el carnaroli que son idóneos para la elaboración de risottos porque son ricos en almidón y absorben mucho líquido durante la cocción.
Este es el primer risotto que publico en el blog y les aseguro que quedó muy rico, hice mi propio caldo para cocinar el arroz con los restos de verduras que tenía en la nevera y con los extremos duros y fibrosos de los espárragos. Si también deciden hacer un caldo de verduras, no es necesario que sea exactamente igual al mío, aprovechen lo que tengan a mano en ese momento y no olviden adicionar las partes leñosas de los espárragos.
Me agradaría que probaran esta receta, el risotto de espárragos es realmente delicioso y aunque puede parecer soso, está lleno de sabor. A mí me encanta!!!
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Ingredientes para 2 personas:
Un manojo de espárragos verdes (400 gramos)
2 cucharadas de aceite de oliva
Un trozo de puerro picado finamente (8 cm)
70 gramos de cebollín o cebolla larga picada finamente (5 cucharadas colmadas)
Sal y pimienta al gusto
Media cucharadita de tomillo seco
150 gramos de arroz arborio
50 mililitros de vino blanco
500 - 550 mililitros de caldo de verduras (preferiblemente casero, ver ingredientes en la preparación)
3 cucharadas colmadas de queso parmesano recién rallado
Una cucharada de mantequilla
Preparación:
Antes de hacer el risotto habremos preparado un caldo de verduras. El mío lo hice con un litro y cuarto de agua, 4 ramas de perejil rizado, las hojas verdes de un puerro, medio pimiento morrón verde, 2 dientes de ajo, un trocito de apio, una cucharada de aceite de oliva, los extremos leñosos de los espárragos y sal. Primero rehogué las verduras con el aceite, después adicioné el agua y cociné el caldo destapado a fuego medio por una hora. Finalmente, sazoné con sal y filtré el caldo, reservé un poco más de medio litro, suficiente para hacer el risotto.
Con el caldo listo, preparamos el risotto. Limpiamos los espárragos y les retiramos las partes leñosas. Ya saben que las he usado para hacer el caldo. Separamos las yemas de los espárragos y cortamos los tallos verdes en rodajas, si los tallos están muy gruesos pueden dividirlos en dos antes de cortarlos. Calentamos una cucharada de aceite en una cacerola, agregamos las yemas de los espárragos, las salteamos por pocos minutos hasta que estén tiernas. Apartamos las yemas y las reservamos. Adicionamos otra cucharada de aceite en la cazuela, sofreímos a fuego medio las rodajas de los espárragos junto con el puerro y el cebollín. Sazonamos con una pizca de sal, el tomillo y un poco de pimienta. No echen demasiada sal porque el caldo ya tiene.
Cuando las verduras estén tiernas y doradas, adicionamos el arroz, mezclamos y continuamos sofriendo por un par de minutos a fuego medio. Entretanto, calentamos el caldo de verduras que hemos preparado con anterioridad. Vertemos el vino sobre el arroz y lo dejamos evaporar mientras removemos suavemente. Cuando se haya evaporado el vino, adicionamos un cucharón y medio de caldo caliente en el arroz. Removemos con una cuchara de madera y dejamos que el arroz absorba el líquido. A partir de ahora y hasta el final de la cocción, iremos añadiendo un cucharón de caldo caliente a medida que el arroz va consumiendo el líquido, removeremos suavemente para que los granos no se peguen y liberen el almidón que proporciona la consistencia cremosa característica del plato. La cocción puede tardar 18 minutos. En los últimos minutos de cocción, probamos el arroz, comprobamos que esté tierno, si no lo está, seguimos cocinándolo por un par de minutos más y añadimos más caldo. El risotto no debe quedar seco, siempre debe tener un poco de caldo.
Una vez que el arroz esté en su punto, apagamos el fuego y mantecamos el risotto agregando queso parmesano y mantequilla sin dejar de remover. Incorporamos las yemas salteadas en el arroz, mezclamos, yo he dejado algunas yemas para decorar el plato. Servimos inmediatamente. El risotto debe comerse tan pronto está listo para que no se reseque y se vuelva pegajoso.
A disfrutar!!
Hasta pronto!!