Me encantan los postres y dulces tradicionales, y aunque no tengo mucha costumbre de hacerlos ya empiezan a dar ganas de encender el horno por la tarde y me he animado. Hoy te presento unas rosquillas típicas de la cocina castellano-manchega deliciosas para tomarlas con el cafetito o un chocolate a la taza.
Probablemente son más conocidos los buñuelos de viento que estas rosquillas de aire, y sin embargo son bastante parecidos. Los dos tienen en común que por dentro quedan casi huecos porque se forman burbujas de aire en la masa (de ahí el nombre), aunque estas rosquillas se hacen en el horno y por tanto no salen nada grasientas.
Con las cantidades de la receta me han salido casi 40 rosquillas, y además muy grandes, así que aprovecha un día que seáis muchos o ya puedes empezar a regalar a todo quisqui (y no veas lo bien que quedas).
Vamos allá:
Ingredientes:
- 250 ml. de aceite de girasol
- 250 ml. de agua
- una pizca de sal
- 250 gr. de harina
- 6 huevos
- azúcar para rebozar
Elaboración:
1. Freír el aceite en una sartén grande, retirar del fuego y dejar enfriar un poco para poder añadirle el agua (si no lo dejas enfriar saltaría muchísimo).
2. Añadir el agua con una pizca de sal y volver a poner la sartén en el fuego.
3. En cuanto empiece a hervir, incorporar la harina poco a poco hasta ponerla toda. Yo lo he hecho con una varilla y debe quedar una pasta más bien blandita. Ahora hay que dejarla enfriar por lo menos media hora.
4. Una vez fría, vamos añadiendo los huevos de uno en uno. Removemos con una cuchara de madera y hasta que no esté bien integrado el primero no añadimos el segundo y así sucesivamente. Esta parte es la que parece que cuesta un poco más, pero tampoco tiene ninguna complicación, sólo remover y remover.
5. Encendemos el horno a 190ºC.
6. En la placa del horno ponemos papel vegetal y vamos poniendo cucharadas de la masa. El agujero de las rosquillas lo haremos con el dedo humedecido en aceite. No te cortes haciendo el agujero grande porque las rosquillas van a doblar de tamaño como mínimo y se puede llegar a tapar. Y por el mismo motivo hay que dejarlas bastante separadas en la bandeja para que no se peguen unas a otras.
7. Metemos la bandeja en el horno ya caliente y las dejamos hasta que se inflen y se doren, por lo menos 20 o 25 minutos.
Fuera del horno las rebozamos en azúcar, porque como verás la masa no lleva nada.
Te animo a que las pruebes porque como ves no son nada difíciles!
¡Que tengas un gran finde!