Las cantidades que hemos utilizado rinden para unas 12-14 rosquillas de tamaño normal.
Son perfectas para un desayuno o una merienda y a los niños les encantan. Sírvelas con un chocolate caliente y triunfarás!
Ingredientes:
Cáscara de naranja y de limón.
70 gr. de azúcar.
1 huevo.
70 gr. de zumo de naranja.
70 gr. de aceite de oliva.
Pizca de sal.
300 gr. de harina integral.
1/2 sobre de levadura.
Aceite para freír y azúcar para rebozar.
Rallamos la cáscara de una naranja y pelamos un limón intentando no coger nada de la parte blanca.
Ponemos un bol amplio con el aceite, el zumo de naranja, el azúcar, la piel del limón y la ralladura de naranja a calentar en el microondas hasta que hierva.
Dejamos que entibie el aceite aromatizado, retiramos la piel del limón y después le añadimos un huevo batido y lo integramos en el aceite.
Vamos incorporando al bol, poco a poco, la harina a la que le habremos mezclado un pellizco de sal y medio sobre de levadura química.
Amasamos, primero con una cuchara de madera y luego con la mano, hasta obtener una masa floja pero que se despegue de las paredes del bol.
Hacemos bolitas con la masa y después, con los dedos las agujereamos y convertimos en rosquillas.
Ponemos una sartén grande, a fuego medio y con bastante aceite, y cuando alcance la temperatura óptima vamos friendo las rosquillas. Las vamos sacando sobre un papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
Para hacer las rosquillas debemos poner aceite de oliva pero hay personas que, a la hora de freírlas ponen la mitad de aceite de oliva y la mitad de girasol o usan solo aceite de girasol. Todas las opciones son aceptables, es solo cosa del gusto de cada uno.
Es posible que tengáis que añadir más aceite a la sartén después de la 2ª o 3ª tanda de rosquillas.
Cuando las tengamos todas fritas y tibias, las vamos pasando por azúcar y las ponemos en la bandeja donde las vayamos a servir.