INGREDIENTES
2 rodajas gruesas de queso de cabra
400 grs tomates maduros
200 gris de azúcar blanco
1 limón
2 clavos de olor
2 rebanadas de pan de molde
Vinagre de Pedro Ximénez
Aceite para freír
Tiempo: 45 minutos
Escaldamos los tomatesPara ello ponemos un cazo con agua. Hacemos unos cortes en cruz en la base de los tomates (para ayudarnos luego a pelarlos) y los escaldamos unos 30 segundos.
Sacamos enseguida a un bol con agua fría y hielo para cortar la cocción.
Mezclamos y dejamos reposar
Los pelamos y les quitamos las semillas. Los troceamos y los colocamos en un bol. Añadimos el azúcar, el zumo del limón y los clavos de olor. Dejamos reposar unos 15 minutos en la nevera.
Cocinamos la confitura
Pasado el tiempo echamos la mezcla en una sartén y dejamos que se vaya haciendo la confitura. Esto lleva tiempo (que os podréis ahorrar en Thermomix, claro está) y hay que tener paciencia y mimo. Cocinamos durante 40 minutos a fuego muy suave y removiendo frecuentemente con una cuchara de madera.
Cuando alcancemos la textura deseada dejamos enfriar.
El queso
En una sartén con un poquito de aceite, hacemos a la plancha nuestras rodajas de queso de cabra hasta que queden doradas en su capa exterior.
El pan
Quitamos los bordes a unas rebanadas de pan de molde y los freímos en abundante aceite caliente hasta que se tuesten por completo ambas caras. Sacamos a papel absorbente.
Emplatado
En un plato hondo colocamos "una cama" con la mermelada de tomate. Disponemos encima el queso de cabra y rociamos con un hilo de vinagre de Pedro Ximénez. Decoramos con unas hojas frescas (en mi caso albahaca) y ya tenemos lista una cena, un entrante o un aperitivo de lujo.
¡Que aproveche, hitchcookianos!