100 grs de pasas de Corinto
4 filetes de salmón, con la piel y sin espinas
100 ml. de aceite de oliva
4 pencas de apio, cortadas en dados de 1 cm
30 grs de piñones
40 grs de alcaparras y 2 cucharadas de la salmuera
40 grs de aceitunas verdes grandes, deshuesadas y cortadas en dados
1 buena pizca de azafrán en hebras infusionado en 1 cucharada de agua caliente
20 grs de perejil picado grueso
1 cucharadita de zumo de limón
1 cucharadita de ralladura de limón
sal y pimienta negra
Elaboración:
Sumergimos las pasas de Corinto en agua hirviendo y las dejamos en remojo durante 20 minutos mientras preparamos el salmón y hacemos la picada.
Mezclamos el salmón con dos cucharaditas de aceite, 1/2 cucharadita de sal y una buena pizca de pimienta. Reservamos mientras hacemos la picada.
En una cazuela grande, calentamos 75 ml. de aceite a fuego vivo. Añadimos el apio y los piñones y salteamos durante 4 o 5 minutos, removiendo a menudo, hasta que los piñones empiecen a tostarse. Retiramos la cazuela del fuego e incorporamos las alcaparras y la salmuera, las aceitunas, el azafrán con el agua de la infusión y una pizca de sal. Escurrimos las pasas y las añadimos a la mezcla, junto con el perejil, la ralladura y el zumo de limón. Reservamos.
En una sartén grande, ponemos la cucharada de aceite restante a fuego medio-alto. Cuando esté caliente, marcamos los filetes de salmón durante 3 minutos con la piel vuelta hacia abajo hasta que quede crujiente. Bajamos el fuego a medio, damos la vuelta a los filetes y los cocinamos de 2 a 4 minutos más. Sacamos de la sartén y reservamos.
Disponemos el salmón en los platos y regamos con la salsa. Si tenemos hojas del apio las podemos repartir por encima.
Acompañamos con un vinito blanco y que aproveche!