Cuanto os he echado de menos, ya tenía ganitas de volver.
"Finito" con los exámenes, ahora otro para el 3 de julio y me tomo un descanso o no, claro. Eso sí, voy a echar mucho de menos a mis compis y a mis profes que nos han aguantado estos dos años, voy a echar de menos la cocina y hasta mi taquilla. Solo me quedan 4 meses de prácticas y seré cocinera con título, y no hablo de la titulítis española o necesitaré el blog entero para mis divagaciones.
Bueno, vamos a lo que vamos, ¿cómo me pongo a hacer salmorejo y gazpacho en el blog para comenzar una nueva etapa? os preguntaréis, si a estas alturas la mayoría de blogs ya han publicado su salmorejo o su gazpacho para estrenar el veranito, las sopas frías andaluzas por excelencia. Pues bien, hace unos días una seguidora me preguntó que como hacía yo el salmorejo y como lo espesaba, cuando daba igual el tipo de pan sin gluten que usara, pues daba mal sabor a las susodichas recetas. Lo comparto, de momento no he conseguido hacer gazpacho con pan sin gluten sin que aparezca el regusto a pan sin gluten, es posible si tienes Celisioso o una buena panadería sin gluten cerca de casa, y eso para tod@s los celiacos, intolerantes y alérgicos al gluten no es posible.
Pues bien, hoy en la entrada Salmorejo vs Gazpacho os cuento como tomo gazpacho y salmorejo todos los días del verano en casita, por supuesto, fuera me es más difícil.
Reglas de oro:
1. Con respecto al Gazpacho no he tenido inconveniente, hace siglos que en casa se hace sin pan, aunque en Andalucía siempre se "estiló" con pan. Un puré bien concentrado de tomate, el tomate siempre sin escaldar, soy muy maniática, tomate tipo pera o castellanos, el toro es genial, muy rojos pero firmes, de muy buena calidad, su pimiento, su cebolla, pepino para el que guste, su ajo y un buen aderezo, aceite de oliva virgen, un vinagre suave y gracioso, le viene muy bien el de manzana y su sal. Gazpacho exquisito siempre fresquito en la nevera y cada uno le pone el agua que desee.
2. Con respecto al Salmorejo, y ahí viene el problema, el pan comparte coexistencia con el mismo y lo hacía menos por el regustillo que me dejaba a pan sin gluten, nadie lo quería en casa. Pero hace unos veranos, me puse con la Porra de Melocotón, que al caso es lo mismo (Porra Antequerana en mi tierra, Salmorejo en el resto del mundo...) reduje considerablemente el pan, el verano pasado ya ni lo usaba y qué hacía en el caso: uno, ponía una cucharadita de almendras molidas crudas y sin piel al batido, dos, reducía los líquidos del tomate considerablemente, tres, le agregaba media manzana pelada o alguna fruta tipo melocotón, con lo cual he conseguido tomar salmorejo que me encanta.
SALMOREJO VS GAZAPACHO
Ingredientes;
Gazpacho:
- 700 gr de tomates maduros sin piel, firmes tipo pera, castellanos o toro
- 1/2 pimiento mediano
- 1 diente de ajo pequeño
- 1/4 de cebolla tierna
- 1 cucharadita de sal
- 50 gr de aceite de oliva virgen (picual le da un punto de sabor inigualable)
- 35 gr de vinagre de manzana o suave
- Agua helada al gusto
Salmorejo:
- 700 gr de tomates maduros, sin los líquidos
- 100 gr de aceite de oliva virgen
- 1 diente de ajo mediano
- 35 gr de vinagre suave o de manzana
- Opcional: 2 cucharadas de almendras crudas sin piel y dejamos los líquidos, sin los líquidos del tomate no es necesario poner las almendras, la manzana o el melocotón.
- Decoración: Huevos duros, picadillo de pimientos y cebolleta, jamón serrano o atún o la combinación de ellos.
Elaboración:
Para el Gazpacho:
1. Ponemos todos los ingredientes en la batidora, limpios y pelados, los que lo necesite. Aderezamos con aceite, vinagre y sal, en ese orden y batimos.
2. Añadimos el agua que deseemos y rectificamos de sabor con vinagre y sal o ajo, según gusto.
3. Servimos muy frío.
Para el Salmorejo:
1. Limpiamos los tomates y quitamos la piel, pelamos el ajo. En el vaso de la batidora ponemos el tomate sin los líquidos que suelta al pelarlos y el ajo y batimos hasta que esté homogéneo, (en este paso podemos poner las almendras y usamos el líquido de los tomates)
2. Sin dejar de batir agregamos el aceite como si hiciéramos una mahonesa, poco a poco, en hilo para que emulsione bien y luego no se separe con facilidad.
3. Aderezamos y decoramos con lo que más nos apetezca. Servimos muy frío.
A veces me caliento la cabeza más de la cuenta y no me doy cuenta de que las opciones más simples son las que están más ricas, y gracias a ser consciente de ello he obtenido este resultado, para mí el mejor, aunque seguiré indagando, :).