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Aunque en casa somos más de gazpacho que de salmorejo, como creo que hace años que no lo comemos, me apeteció preparar uno.
La facilidad de esta receta es grande, además de aprovechar algún mendrugo sobrante de pan duro que en todas las casas se suele desperdiciar.
Ingredientes (2 personas):
1 huevo cocido
1 blíster de daditos de chorizo
1/4 kg de tomates maduros
75 g de pan duro
2 ajos
50 cl de aceite de oliva virgen extra
2 cucharadas de vinagre de vino
Sal
Preparación (20 minutos):
El trozo de pan duro lo metemos en agua y lo dejamos un ratito ablandarse.
Pelamos los ajos.
Colocamos los ajos en el mortero, les añadimos la sal y machacamos.
Troceamos los tomates.
Introducimos el pan remojado, sin escurrirlo demasiado, los tomates, los ajos, la sal, el aceite y el vinagre en el mortero y machacamos con el mortero, que es como se hace de forma tradicional, pero como había poco espacio y al machacar se me desbordaba, opte por utilizar la batidora.
Comprobamos el punto de sal, aceite y vinagre y rectificamos si fuera necesario.
Dejamos en la nevera hasta el día siguiente.
Antes de servir, picamos el huevo duro y lo unimos a los daditos de chorizo.
Colocamos en un bol independiente y que cada comensal se sirva a su gusto, mezclándolo con su ración de salmorejo.
Fuente: este post proviene de Blog de jorbasmar, donde puedes consultar el contenido original.
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