Últimamente me ha dado por rescatar recetas antiguas. Hoy es el turno de la Sangre con cebolla, típica tapa valenciana que tiene muchos adeptos en mi familia. Yo no soy muy fan, pero a quien le gusta la casquería, este plato les gusta mucho.
He hecho una versión con lo que tenía en casa, hay quien le pone pebrella, que es una especie de tomillo valenciano, pero si no encontramos, bien vale el tomillo común.
Le he puesto un chorrito de whisky, para darle salida a una botella que me regalaron en navidades, pero se puede sustituir por el licor que tengamos en casa, mistela o vino blanco, o no poner nada. Hay varias versiones, os dejo la mía.
-500 g. de sangre de cerdo o ave cocida
(la encontré en Alcampo)
-3 cebollas grandes en juliana
-pizcas de tomillo y orégano
-pizca de pimentón picante de la Vera
-2 hojas de laurel
-un puñado de piñones
-un chorrito de whisky
(o el licor que tengamos)
-AOVE Y sal
En una cazuela amplia sofreímos la cebolla a fuego lento hasta que esté blandita, con una pizca de sal y removiendo de vez en cuando.
Cuando la cebolla esté bien hecha, añadimos la sangre cortada en taquitos, el pimentón, el tomillo y el orégano. La cocinamos unos diez minutos hasta que veamos que ha cambiado de color y está bien hecha. Incorporamos el licor y dejamos que se evapore. Siempre removiendo de vez en cuando.
Tostamos los piñones y los mezclamos con el conjunto. Rectificamos de sal.
*Se puede congelar*
Bon profit!
Con esta receta participo en la iniciativa de Thermofan 1 +/- 100, desperdicio 0, donde todo el que quiera participar puede aportar recetas de aprovechamiento, cuidando así de nuestro planeta.