Pues esta receta cumple con la descripción. Es cremosita, tiene mucho sabor y carácter, tiene toques dulces, picantosos, y ese frescor y aroma que aportan la menta y la albahaca. Y lo mejor del cuento es que solo lleva 6 ingredientes principales y aderezos básicos para sazonar, que todos solemos tener en la despensa.
Si la acompañamos con un par de huevos pochados y unas rebanas de pan integral, tenemos una comida completa y balanceada, con proteínas, carbohidratos almidonados y no almidonados, y un poco de grasa.
Rico, fácil y saludable!!!!, no se puede pedir mas.
INGREDIENTES:
2 calabacines (zucchinis) grandes
2 puerros grandes y gruesos
1 cebollín o cebolla de verdeo
hojas de menta fresca
hojas de albahaca
1 trozo de jengibre fresco (como de medio dedo de largo)
sal, pimienta negra, nuez moscada en polvo, 3 cucharadas de aceite de soya
Prepración:
Lavar y cortar en rodas los calabacines, puerros y cebollín. Retirar la piel del jengibre y cortarlo en rodajas.
En una olla grande colocar el aceite y las rodajas de puerros y cebollín. Saltear hasta que estén translúcidos. Incorporar el calabacín y el jengibre y seguir salteando todo hasta que comience a dorarse y caramelizarse.
Agregar agua (o caldo si se tiene hecho) hasta cubrir los vegetales. Condimentar con sal, pimienta y nuez moscada. Tapar y dejar que hierva el agua.
Al comenzar a hervir el líquido, agregar un puñado de hojas de menta y de albahaca previamente lavadas. Tapar y dejar cocinar por unos 6 minutos mas.
Procesar bien en la licuadora y servir.
Listo!!! la cena está servida… Bon appetit