Otra de las recetas que me traje de mi viaje a Alemania es ésta, una sopa que pudimos tomar el día que llegamos y que me encantó. Se trata de un plato tradicional de la cocina alemana bastante contundente y que se convierte en plato único. La base del plato la lleva un buen fondo de puerro acompañado de carne picada y quesitos. El resultado para mi es delicioso y muy fácil de preparar.
INGREDIENTES:
400 gr. de puerros
1 cebolla
3 cucharadas de AOVE
500 gr. de carne picada mixta (cerdo y ternera)
2 cucharadas de harina
1 litro de caldo de verdura
200 gr. de quesitos
Pimienta negra
Sal
PREPARACIÓN:
En una cacerola calentamos el AOVE, y una vez caliente añadimos el puerro y la cebolla picadas y rehogamos. Cuando empiecen a ponerse blandas añadimos la carne picada, salpimentamos y seguimos rehogando hasta que ésta cambie de color. Entonces añadimos las cucharadas de harina y dejamos que se integre bien hasta que deje de estar cruda la harina.
Una vez todo integrado añadimos el caldo de verduras y cuando esté caliente añadimos el queso (trituramos un poco los quesitos antes para que sea más fácil que después se derritan dentro del caldo). Tapamos y dejamos a fuego medio durante unos veinte minutos, comprobando que el queso se ha derretido bien. Probamos y rectificamos de sal. Servimos inmediatamente.
Como veis es contundente, y rica a la vez la receta. Una sopa diferente a las que estamos acostumbrados a comer en nuestro país, pero que, sin duda, es una opción estupenda para los días de frío (aunque aquí todavía falta mucho para que lleguen, je,je..).
Feliz martes.