Mi sopa de hoy es muy sencilla, lleva una base de caldo de pollo a la que se añaden verduras picadas, y en lugar de la tradicional pasta, he puesto uno de los superalimentos de moda: quinoa. El resultado no puede ser mejor, una sopa ligera, sabrosa y reconfortante. ¡Vamos con la receta!
INGREDIENTES:
180 gr de quinoa
2,5 l de caldo de pollo
2 puerros
4 zanahorias
1 corazón de repollo o col (si es grande la mitad)
sal
ELABORACIÓN:
1. Ponemos el caldo a calentar. Si el caldo es casero mucho mejor, yo siempre lo hago quitando previamente la piel al pollo para que no resulte graso.
2. Mientras tanto, iremos preparando la verdura.
Pelamos y lavamos las zanahorias, las cortamos en bastoncitos, y luego, en pequeños dados.
Por otra parte, deshechamos la parte verde de los puerros y sus raíces. Los cortamos a lo largo y los lavamos bien asegurándonos de que no queden restos de tierra entre sus diversas capas. Seguidamente los escurrimos y picamos finitos.
Por último, lavamos y cortamos la col en juliana fina, desechando el carozo central.
3. Una vez que el caldo comience a hervir añadimos todas las verduras y cocemos durante unos diez minutos.
4. Trancurrido ese tiempo incorporamos la quinoa. Ponemos el punto de sal a la sopa (si el caldo ya tiente sal es posible que no sea necesario) y cuando la quinoa esté en su punto (entre diez y quince minutos más) retiramos del fuego.
¡Buen provecho!
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