Estamos a punto de irnos de vacaciones pero no queremos hacerlo sin dejaros nuestra última receta de Sopa fría de calabacín. Como veis, se trata de un plato perfecto para combatir el calor del verano gracias al frescor de sus ingredientes y a que se sirve fría. Sin duda se convertirá en una buenísima alternativa a los gazpachos y al salmorejo. Así que, ¡a por el delantal y a cocinar!
Ingredientes (2 personas/700 ml).
– 400 g de calabacín
– 15 hojas de albahaca
– Zumo de 1/2 limón
– 25 g de piñones
– Aceite de oliva virgen extra
– Pimienta negra recién molida
– Sal
Elaboración.
Antes de empezar a cocinar la receta de sopa fría de calabacín, disponemos todos los ingredientes del plato y nos ponemos manos a la obra.
En primer lugar, lavamos y secamos los calabacines, le quitamos la parte del tallo y los cortamos en tiras finas no muy largas. Después ponemos una olla al fuego con un chorro de aceite de oliva y cuando esté caliente, incoporamos las tiras de calabacín. Salpimentamos ligeramente y rehogamos 5 minutos a fuego medio-alto o hasta que se dore ligeramente. A continuación, cubrimos el calabacín con agua y lo dejamos cocer otros 5 minutos. Pasado ese tiempo, retiramos la olla del fuego y la dejamos enfriar al menos 15 minutos.
Mientras tanto, podemos preparar el resto de ingredientes de la sopa fría de calabacín. Lavamos y secamos las hojas de albahaca y las reservamos. Si los piñones no están tostados, lo hacemos con una sartén y un poco de aceite de oliva. Con un minuto de cocinado por cada parte tendremos los piñones tostados. No los dejéis más tiempo porque se queman fácilmente y amargarán. Cuando estén tostados los sacamos de la sartén para cortar el calor y los reservamos.
También vamos a aromatizar un poco de aceite de oliva virgen con el zumo de limón. Ponemos un chorro del aceite en un bol pequeño, agregamos el zumo de limón exprimido y sin pulpa, y removemos con una cuchara hasta que ambos ingredientes se integren bien.
Cuando el contenido de la olla se haya enfriado, agregamos a la misma los piñones, la albahaca y 3/4 partes del aceite de oliva al limón. Enchufamos la batidora y trituramos todo hasta conseguir que no queden grumos y la mezcla sea homogénea. Probamos, y si es necesario salpimentamos de nuevo. Ponemos todo el contenido de la olla en un recipiente y la metemos en el frigorífico durante 3-4 horas para que se enfríe.
Transcurrido ese tiempo, ya podemos servir la sopa fría de calabacín en vasos o boles frescos, decorar a nuestro gusto y disfrutar. Podéis ponerle también unas gotas del aceite de oliva al limón que habíamos guardado por encima.
Como veis, se trata de una receta de cocina sana, sencilla y bien refrescante para el verano. Una buenísima alternativa a los gazpachos o sopas de melón típicas de esta estación.
Espero que os guste y que nos contéis vuestra opinión sobre éste y otros platos de verano parecidos. ¡Hasta la próxima receta amigos!
La entrada se publicó primero en HortoGourmet Gastronomía y Comunicación.