Ya comienza la temporada de fresas. ¡Qué bien! Porque mira que me gustan. Son una de mis frutas preferidas junto con las frutas del bosque y cualquier cítrico.
Me encantan las fresas porque son unas frutas muy versátiles, con las que se pueden preparar mil y un postres diferentes. Lo mismo sirven como parte de un bizcocho, para preparar una crema de relleno, para adornar una tarta, para mousses, panna cottas, smoothies, mermeladas... y muchos otros postres, salsas o acompañamientos.
En el blog tengo bastantes recetas con fresas, que hoy os recuerdo por si en su momento no las vistéis. Destacaría las siguientes, que quizás, entre todas las que he preparado, son mis preferidas.
Un plum cake de fresas húmedo y jugoso, ideal para acompañar con un té o con un café, la charlotte royale de fresas un postre muy vistoso para una ocasión especial y que no dejará indiferente a nadie, la galette de fresas balsámicas que al igual que el bundt cake de fresas y vinagre balsámico, se preparan macerando las fresas en el vinagre y obteniendo así un sabor muy especial y como no, algunos cheesecakes como el de fresas y lima, o el strawberry cheesecake que preparé ya hace un par de años para el cumpleaños de Cristina.
Y como no, mis queridos postres en vaso entre los que destaco el Eton mess o el tiramisú de frambuesas y fresas, ambos deliciosos, muy sencillos de preparar e ideales para finalizar una comida o cena en casa y muy cómodos de servir por su formato individual.
Además de estos postres que hoy destaco, hay más recetas elaboradas con fresas en el blog y que os recomiendo, ya que como siempre os digo, hay que aprovechar la fruta de temporada para preparar recetas.
Hace un par de años, la gelatina, ya fuera la neutra en hojas, como cualquiera de los sabores existentes en polvo en el mercado, no era de los ingredientes que más utilizaba. En cuanto a la gelatina en hojas ideal para cuajar postres sin horno, tenía la idea que era complicada de utilizar. ¡Qué tontería!
A raíz de empezar a preparar tartas sin horno, me aficioné a utlizarla, y ahora la uso muchísimo para postres e incluso para aportar mayor consistencia a cremas montadas. La tarta de hoy lleva gelatina pero con sabor a fresa, que aporta frescor así como suavidad a la receta.
Ingredientes
1 lámina de pasta brisa refrigerada
2 tazas de fresas cortadas en trocitos
2 cucharadas de Maizena
280 gr. de azúcar
375 ml. de agua
1 sobre de 85 gr. de gelatina de fresa
Elaboración
Precalentamos el horno a 180º C,
Extendemos la masa y forramos un molde de pie con ella. Con un tenedor pinchamos la base de la masa para que no suba.
Horneamos 15-18 minutos hasta que esté dorada y dejamos enfriar sin desmoldar.
Vertemos las fresas en trocitos dentro de la base horneada. Reservamos.
Mezclamos el agua con el azúcar y disolvemos en ella la Maizena. Ponemos al fuego y llevamos a ebullición. Cocinamos a fuego lento revolviendo constantemente hasta que espese.
Retiramos del fuego y añadimos la gelatina y revolvemos para que ésta esté perfectamente integrada.
Vertemos la gelatina sobre las fresas y refrigeramos hasta que esté firme.
Desmoldamos el pie y lo servimos en una fuente o un cake stand. Podemos acompañarlo con un poco de nata montada (crema de leche) o servirlo sin más.
A mi es que me gustan mucho las fresas, pero teniendo en cuenta la cantidad de sabores de gelatina que existen en el mercado, podéis preparar esta tarta del sabor que más os guste.
Lo mejor de todo es que es una tarta muy ligera y nada pesada y que a la vez si la tomamos sacada directamente del frigorífico, puede resultar hasta refrescante. Deliciosa, de verdad.
Ya no hay excusa para pasarse este fin de semana por la frutería y comprar unas fresas. Ojalá se os ocurra prepararla y me contéis el lunes que ha sido todo un éxito.