Este plato -aseguro- que es tan fácil de hacer como es de delicioso. En Venezuela, por ejemplo, desayunan las tajadas (láminas de plátano macho maduro frito con queso por encima). Y, ciertamente, es un desayuno supernutritivo y supersabroso. Yo lo hago a la plancha y queda de maravilla. Luego, para añadirle un toquecillo le añado un poquito de miel y, ésto, lo hace estratosférico. Y para qué decir más... la canela... es ¡el toque mágico!
En fin, que puedes hacerlo para desayunar huyendo de los desayunos típicos que están bien, pero a mí me llega a cansar comer siempre lo mismo. Este plato también sirve de postre, de merienda... de lo que quieras. Menos para cena, por lo menos para mí. No me va mucho el dulce en la noche, a no ser que sean unas frutitas. Y es que yo no soy de cenar mucho, pues desde pequeña me sienta mal. Mi abuela, pobrecilla, me tenía que aguantar el sonambulismo propiciado por cenas copiosas. Una vez me desperté y le dije: "abuela, quiero macarrones". Y ella me contestó: "lo que tú quieres es ir pa" la cama". Y, obediente me fui. Claro que lo sé porque ella me lo contó a la mañana siguiente, ya que yo no me acordaba de nada. Muchas veces me río recordando ese "quiero macarrones". La verdad es que a mí, lo de comer bien y en abundancia, se me daba bien desde pequeñita, jiji.
Vamos a por la receta más sencilla do mondo :D
Ingredientes:
Plátanos (macho) maduros (como 2 por persona)
Queso blanco suave rallado
Miel (opcional)
Canela (opcional)
Aceite
Preparación:
Pelamos y cortamos en láminas longitudinales los plátanos.
Sobre una sartén caliente ponemos una gotita de aceite y extendemos con papel de cocina. Añadimos las láminas de plátano y doramos por ambos lados.
Sacamos y sobre cada lámina añadimos el queso rallado. Hacemos un rollito con cada plátano.
Para la presentación ponemos cada rollito en el plato y añadimos miel y canela al gusto.
¡¡¡Hummmm! ¡Delicioso! ¡Bon appétit!